Oops...I Did It Again | Jenlisa

That I'm Sent From Above

No había pasado nada de lo que había imaginado.

Irene estaba roja hasta la raíz.

— L-Lalisa...tú...s-sólo era una c-cita.— Murmuró la chica sonrojada a más no poder.

— Me encanta que llames "cita" a "salir con mi mejor amiga de infancia a comprar comida y ropa interior para conquistar a la chica que me gusta"

La contraría la miró irritada y avergonzada

— Si, bueno, aunque yo haya dicho "cita" no significa "voy a coger contigo".

Lisa soltó una carcajada y le hizo una disimulada seña a Irene para que mirase por la ventana. Y la vio. Una bella chica la mataba con la mirada.

JooHyun frunció el ceño y le uso una mueca que se definía en "¿qué diablos miras?"

Jennie carraspeó y le gritó

— ¡Miro tu bonita ropa interior!

Irene se miró asustada, entrando en cuenta que estaba en ropas indecentes. Rápidamente entró al cuarto de baño.

Lalisa la miró divertida y se acercó.

— Kim Jennie — Ronroneó —. No deberías espiar a tu vecina.

— No deberías mostrarle a cualquiera tu ropa interior —Respondió recelosa.

— No es cualquiera — La rubia miró de reojo el baño y sonrió adorablemente — Es mi mejor amiga.

Jennie ignoró el gesto tierno de la menor.

— ¿Qué BamBam no es tu mejor amiga?

— Oh no, es mi mejor amigo — Recalcó la "o" y rió.

La chica no encontró lo divertido, estaba súper incomoda, Lisa seguía en esa magnífica ropa interior. Si se acercaba más temía que en cualquier momento saltaría a su ventana para comérsela a besos.

No no no no, no podía, era menor y Jennie no podía permitirse el lujo de enamorarse. Lo de ella era jugar. Sí, jugar. Se repitió lo mismo mentalmente para que lo pudiera creer.

Pero Lalisa no era un juego, de verdad que le gustaba. Sus ojos, sus besos, su cuerpo, su sonrisa y, joder, su personalidad. Le gustaba cuando trataba de hacerle reír, claramente fallando porque era demasiado no divertida. Le fascinaba cuando le contaba como ChaeYoung la maltrataba. Amaba cuando le bailaba y se transformaba en alguien totalmente diferente para terminar preguntando tímidamente como había estado.

Dios santo, estaba enamorada de Lalisa Manoban.

— Hey, Jennie... —Volvió a la realidad cuando su vecina estiro su mano para tocarle la cara y regresarla a la realidad.

— T-tengo que irme.

Sorpresivamente Lisa la sostuvo del brazo, era un agarre fuerte pero cuidadoso. Se preocupada por ella.

— Ya no huyas Jennie — Pronunció seriamente, había determinación en los ojos de la menor. Soltó lentamente su brazo.

— Lali-

— Me largo, yo no puedo con tu vecina acosadora y menos con tus ganas de meterme a la cama — Irene salió, completamente vestida, del baño y paró bruscamente, podía ver que Lalisa la quería asesinar con la mirada, también podía ver que la-vecina-acosadora era un tómate viviente. Oh, vaya. Esa era la chica que traía loca a su mejor amiga.

Lentamente JooHyun fue retirándose de la habitación.

Lalisa volvió la vista a Jennie, encontrándose con una ventana cerrada con las cortinas puestas.

— Maldita sea.

(...)

— ¿Y qué tal te va con la diosa Jennie? — Dijo ChaeYoung mientras tomaba una papa frita del plato de su novia.

— No me lo recuerdes — Lalisa se lamentaba, sabía que Jennie le iba a decir algo importante.

Ji Soo la miró divertida

— Irene siempre ha sido inoportuna, todavía recuerdo cuando ChaeYoung me dio el primer beso...Dios, esa chica entró como torbellino al salón haciendo un escándalo para encontrarme sobre las piernas de Rosé, su cara fue realmente graciosa.

Lisa la miró un poco traumada por la nueva información brindada.

— Al siguiente día Irene se acercó para preguntarme que si Ji Soo no tenía donde sentarse — Rosé rió ante el recuerdo — Estábamos en un salón lleno de sillas.

— Si sigue siendo tan estupida no va a conseguir que SeulGi le haga caso.

— A mí me sigue sorprendiendo el hecho de que Irene aparente ser dura y fría cuando es tan idiota — Pronunció Ji Soo mientras se levantaba — Y tú también eres una idiota, deja de jugar a la chica mala, sólo eres una bebé.

— ¡Si sigo siendo un bebé ella no me tomará en cuenta!

ChaeYoung también se levantó de su asiento, dispuesta a seguir a su novia

— Deberías decirle lo que sientes, sé sincera. A mí me funciona — Levantó los hombros con aire despreocupado.

— ¡Rosé, vámonos! — Le gritó Ji Soo que estaba a unos cuantos metros.

— Gobernada — Le espetó Lisa irritada.

— Ignorada — Le devolvió ChaeYoung sacando la lengua.

Sus amigas se habían ido dejando a una súper confundida Lalisa. Su plan era provocar a la mayor, pero así sólo crecía el deseo carnal entre ambas, no el amor. Tenía que cambiar algo. Estaba segura de que Jennie sentía algo por ella, pero no estaba segura de si era sólo atracción.

Tenía que hablar con ella.

Y por eso estaba afuera de su casa, la había visto entrar unos minutos antes.

Tocó la puerta y juró haber escuchado un extraño sonido atrás de la puerta, seguido de unos pasos que se alejaban. Volvió a tocar. Nada.

La chica no le iba a abrir.

Lisa no entraría por su ventana nuevamente, quería verse totalmente seria y dispuesta.

— ¡Jennie sé que estás en casa! ¡Si no abres en 1 minuto todo lo que te quiero decir lo gritaré aquí afuera!

Nada, no pasaba nada, pero podía escuchar que Jennie estaba detrás de la puerta, expectante.

Se aclaró la garganta

— ¡Sólo lo diré una vez! ¡Kim Jennie me gustas! ¡Yo sé que no quieres nada de mí pero no me rendiré! ¡Sé que sientes algo por mí o no me hubieses besado!

— ¡Lo sabía! — Oh Dios no, Lalisa miró hacía su casa y vio a su madre espiándola por la ventana.

Quería que la tierra la tragara pero no se iba a rendir.

— ¡Pido una oportunidad! ¡Sé que no quieres nada ahora pero te esperaré! ¡Te esperaré el tiempo necesario porque me gustas! ¡Jennie Kim me gustas mucho! ¡No sé si te merezco pero puedo decir que mis sentimientos son puros! ¡Contigo me siento viva! ¡Deseo poder decirte cuanto me gustas todos los días sin que huyas de mí! ¡Me tienes loca! — Y Lisa seguía gritando cuanto la mayor le gustaba, al diablo con sus vecinos, tenía que decirle a Jennie lo que sentía.

— Por Dios Lalisa, llevas 10 minutos gritando"me gustas Jennie Kim", ¿podrías parar? — Una Jennie muy avergonzada abría la puerta, tenía una tímida sonrisa en su cara y, no podía estar más feliz en ese momento