Naruto el sabio del Monte Myoboku

Revelación

Capitulo 11

En cuatro días sería mi fiesta en el Myoboku, desde mi problema con Gamakichi habían pasado dos días y bueno no me había podido quitar algo de la cabeza, el último festival al que había ido, las personas bailaban de forma extravagante Jiraiya tenía experiencia en este festival, un hombre debe saber bailar de todo si quiere bailar con cualquier chica, una filosofía rara.

–Bueno Naruto parece que estamos solos tu y yo eh–, hablo el peliplata mientras disfrutaba de una soda con hielo.

–Si eso parece, se ve divertido, bailar con toda esa gente, generalmente nunca convivo con nadie más que ustedes y las invocaciónes... Me gustaría poder bailar para hacer amigos–.

–Bueno, podría enseñarte, si algún día regresamos podrás bailar y bueno con tu rápido desarrollo y tú genética seguro tendrás muchas amigas que querrán bailar contigo... jejeje–, Kakashi sonrió de forma pícara debajo de su máscara.

–Pervertido... Además no se supone que no sabes bailar–.

–Cierto se supone que debía hablarte de los clanes de konoha, puede que me haya saltado un clan... Realmente me cuesta hablar de el por mi antiguo compañero de equipo–.

–¿El ojo del clan Uchiha tiene algo que ver?–.

–Es el dojutsu más poderoso del mundo ninja, dentro de los varios poderes que otorga están el verlo y recordarlo todo a la perfección, al tener una vista tan perfecta pueden copiar casi todo a la perfección y a tiempo real, básicamente un espejo, otro grupo de habilidades es ser inmune a las ilusiones visuales y poner en una potente ilusión a los demás con solo una mirada–, Kakashi levanto su diadema mirando el festival.

–¿Supongo que a hora los estás copiando, no?–.

–Si a hora puedo bailar y bueno te puedo enseñar–.

Sali del recuerdo con rapidez, no era justo, el Sharingan, el Byakugan, las líneas de sangre, esto simplemente no era algo justo, por supuesto no iba a llorar sobre lo injusto de la vida iba a tomar esas injusticias y las iba a poner a mi favor, ¿Elementos avanzados? Haz una batalla de aguante y no van a ganar a un jinchuriki menos a uno que es un Uzumaki, ¿Byakugan? Solo ciégalo con estallido de chakra y ataca desde la distancia con ninjutsu de gran alcance, pero el Sharingan no tenía desventaja, no con un enemigo de tu nivel.

Necesitaba encontrar una debilidad, pero parecía inexistente parecía una técnica perfecta por supuesto que las técnicas perfectas existen un ejemplo sería el Hiraishin increíble difícil de usar a la perfección pero una técnica perfecta, el Sharingan parecía igual obvio los usuarios tendrían cientos de debilidades pero no podía encontrar una en el propio poder más que el usuario, talvez debería ir a la otra opción, crear un contra ataque perfecto.

El primer punto sería ser un experto en contra de los genjutsu o podría hacer un pacto con el diablo literalmente, un jinchuriki perfecto es inmune a las ilusiones, sin embargo todavía no estaba listo no me sentía listo, el otro punto sería encontrar un estilo perfecto encontrá del Sharingan... Mejor aún crear un taijutsu que sea imposible de predecir, tenía los clones de sombra y tenía a Kakashi para experimentar.

Además tenía una ventaja, era un capricho de la naturaleza, el hijo del cuarto hokage Minato Namikaze, un genio entre genios, príncipe del clan Uzumaki y dueño legítimo de gran parte del país del fuego, su linaje Uzumaki era tan puro y potente que tenía la línea de sangre más poderosa del clan, tenía una curación tan perfecta que incluso teóricamente podría regenerar órganos perdidos y sobretodo tenía al bijuu más poderoso que existe, si alguien podía hacer un taijutsu así era él.

En plena madrugada Naruto salió de su hogar como normalmente lo haría, sería una estupidez pensar que podría salir sin que Kakashi lo notará, sería una estupidez pensar que podía respirar sin que jiraiya lo supiera.

Cuando salí del pequeño hotel en el que nos alojábamos, me dirigí a las afueras del pueblo, podía sentir a un pequeño perro siguiendo me, una sonrisa apareció en mi rostro Pakkun era bueno ocultándose pero había mejorado mucho en mi habilidad de sensor tanto que me había atascado a consejos de Jiraiya y en la esperanza de leer los pergaminos de Tobirama Senju.

Mi sombra y yo nos dirigimos a las afueras de la aldea, los clones de sombra aparecieron a mi alrededor, los principios básicos del Taijutsu, pies, puños, codos, rodillas y cabeza, empecemos con uno vs uno y los demás colones verían los defectos y trataría de predecir mis ataques, veamos cuánto puedo progresar y después de eso pulamos la técnica.

Las horas pasaron y mi cuerpo y mente estaban cansadas, mi Taijutsu era medio bueno medio malo digamos que había aprendido el Taijutsu de mi padre, brutal, rápido y precisó especial para lidiar con varios enemigos rápidamente pero algo forzado en combates uno contra uno, sumado a que mis clones tenían mí mismo Taijutsu, tenía algo en mente hacer peleas a camara lenta, imitar pelea pero a una velocidad civil y poder analizar todo a detenimiento, incluso podría yo ser el espectador y ver yo mismo mis fallos, mi cuerpo dolía un poco pero se recuperaría en unos minutos, pero mi felicidad estaba a un punto increíblemente alto, ser ninja... No, pelear y entrenar era mi pasión y tenía un sueño, ser el guerrero más peligroso y poderoso de la historia.