Capítulo 21: La verdad

31 2 25
                                    

Decir que los chicos estaban sorprendidos y estupefactos por lo que pasó se queda corto. ¡Estaban flipando!
Cuando abrieron la puerta, inmediatamente se encontraron con ellos. Pero no solamente con Palma, Daniela, Abraham y Nieves. Además, se encontraban Nicole, su marido el Profesor Fermín, y Lara, la monitora de biología. ¡Y tenían allí a Neris!

Aquellas personas estaban hablando y haciendo experimentos con el gato (menos Daniela y Nieves), y no se habían dado cuenta de la presencia de los siete chicos hasta que Palma se dio la vuelta, y se quedó muy sorprendida

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

Aquellas personas estaban hablando y haciendo experimentos con el gato (menos Daniela y Nieves), y no se habían dado cuenta de la presencia de los siete chicos hasta que Palma se dio la vuelta, y se quedó muy sorprendida.

-Dios mío, Dios mío, pero cómo se atreven... -murmuró.

-Yo tampoco me explico, Palma -corroboró Abraham -se supone que esta zona es de acceso restringido... Menudos niños más entrometidos y maleducados.

-¡Oh, cielos! ¡Por fin vinisteis! -exclamó Daniela, corriendo hacia Marina para darle un abrazo, muy feliz -¡Os he echado tanto de menos!

-Nosotros a ti también, Daniela. Estábamos tan preocupados por ti -dijo Marina, con los ojos llenos de lágrimas -Vámonos de aquí ahora mismo.

-¡Eh, alto ahí! -interrumpió Palma, enfadadísima -pero, pero...¿¡cómo diablos habéis llegado hasta aquí!? Sois unos cotillas, unos entrometidos, unos maleducados, ¡y de todo lo peor! Este sitio es privado, y no tenéis ningún derecho a entrar aquí sin nuestro permiso.

-Perdona que te diga, guapita, pero nosotros solamente hemos venido aquí para llevarnos a nuestra amiga a donde realmente está a gusto, osea con nosotros. Por lo tanto, la maleducada fuiste tú -defendió Andy.

-Vuestra amiga nos dijo a Nieves y a mí que sí, por lo tanto, tenía el deber de hacerlo. Además, necesitaba aclarar con ella el tema de la raya y ese gato tan raro. ¡Os habéis metido en algo que no os incumbe! Y encima, seguro que habéis ido al despacho de mi madre para encontrar el código para acceder aquí. Pues las vais a pagar ahora mismo...

-No había nada que aclarar con el tema de la raya. Estuvimos intuyendo desde primera hora que tenía algo que ver con tu padre. Es completamente normal que los científicos experimenten con animales exóticos y prehistóricos para sus propios beneficios -saltó Marina -y ese tema nos incumbe perfectamente porque teníamos la intención de ayudar a la raya y al gato a huir de todo el maltrato que están sufriendo por vuestra culpa.

Todos se quedaron de piedra por lo que acababa de decir Marina. Era evidente que los de su grupo estaban a su favor, pero los del grupo de Palma estaban en contra de ello. Neris se fue con los siete chicos, dejando a un lado a Palma, sus amigos y su familia, y les bufó a todos ellos con los pelos erizados, muy enfadada.

-Vaya, no había pensado que las hormonas que le metí a este gato para sus dones sobrenaturales iban a dar este nefasto resultado... -dijo Fermín, en voz baja y riéndose -Yo sólo quería que estableciera vínculos profundos con nosotros y con la raya prehistórica, y que nos ayudara junto con la raya y con sus superpoderes a luchar contra los ingleses.

-Es verdad, Fermín, no queríamos que este gato nos saliera tan salvaje -intervino Lara -Ahora resulta que quiere más a estos niños que a nosotros, y que sus superpoderes ya no nos benefician para nosotros ni para nuestro plan.

-O sea, que fueron ustedes, ¿verdad? -respondió Andy -mi intuición nunca falla... ¿Para qué tienen que luchar contra los ingleses? ¿Por qué debe haber guerra y violencia? ¿Por qué necesitan tanto al gato y a la raya?

-Ah, y ¿se puede saber por qué usted no fue al final a la exposición científica en el salón de actos? -preguntó Joshua.

-¿Y se puede saber por qué le estáis haciendo tantas preguntas a mi marido, niñatos estúpidos? -le defendió Nicole.

-Tenía que responder su marido, no usted, señora recepcionista -contestó Andy.

-No les hagas caso, mamá, has hecho muy bien en defender a papá -le dijo Palma a su madre.

Las dos se dieron un cariñoso abrazo, y Neris cada vez bufaba más y más fuerte.

-Eso no es de vuestra incumbencia, chicos, ¡marchaos ya de una vez por todas y dejadnos ejecutar nuestro proyecto! -exclamó Nicole muy enfadada.

Y ahí fue cuando Neris empezó a salirse con la suya. Con la melena erizada y bufando, salió corriendo hacia Palma, Nicole, Fermín, Abraham y Lara para morderlos en la pierna e hipnotizar a todos y cada uno de ellos con sus superpoderes.
Como hizo con Lara, sus ojos empezaron a cambiar de color como las luces de un árbol de Navidad, mientras emitía sonidos hipnotizantes y sobrenaturales. De esta manera provocaba en sus víctimas una profunda hipnosis, y un estado similar al de los borrachos, por lo que los condenaba a decir la verdad:

-Estamos haciendo experimentos con el gato y con la raya en esta guarida, y por eso Fermín no tiene tiempo para ir a ninguna exposición científica. Les metemos hormonas para que creen vínculos con seres humanos, y otros animales distintos a los de su especie. Además, el gato tiene esos superpoderes para utilizarlos contra los ingleses en la Guerra que hay ahora mismo en España e Inglaterra, y ahora mismo la raya tiene tanto el poder de nadar como el de volar. Pero un día, ella se escapó del laboratorio a su casa, y luego cuando volvió al campamento esos imbéciles jóvenes metieron su patita en esa trampa para hacerle daño, pero suerte que la rescatasteis y ahora está con nosotros. Por favor, no os la llevéis, la necesitamos, los humanos somos tan indefensos... -confesó Lara.

-Ajá -dijo Andy -así que esa es la verdad, ¿no? Muy buen trabajo, Neris. Ahora lo que tenemos que hacer es salir de aquí, ahora mismo y cuanto antes, liberar a la raya a Mar Abierto, sacar a Neris de todo este lío y denunciar a toda esta gente por hacer todo esto tan terrible.

-Sí, tenemos que denunciarlos cuanto antes, Neris y la raya están sufriendo mucho, y encima el fin con el que lo hacen es terrible, ¡basta ya de tantas guerras! Denunciaremos al profesor Fermín para que vaya al centro penitenciario de una vez por todas... -corroboró Johnny.

El profesor Fermín, Nicole, Lara, Palma y Abraham, a pesar de estar adormilados e hipnotizados por culpa de los poderes de Neris, se enteraron a la perfección de lo que acababan de decir los chicos.

-Así que ese es vuestro plan, ¿verdad? -preguntó Palma, desperezándose -Denunciar a mi padre para que lo encierren en un centro penitenciario, ¿no? Pues que sepáis que a quienes os deberían denunciar es a vosotros por entrometeros en algo ajeno a vuestra incumbencia. Por cierto, menuda herida me ha hecho esta alimaña en la pierna...

-Lo vais a pagar, pequeños delincuentes... -susurró Nicole -así no se os ocurrirá hacer algo así nunca más...

-Venga, hagan ustedes lo que vean bien para que "paguemos" lo que hemos hecho. Ya ves, por rescatar a unos pobres animales inocentes de las manos de un científico loco somos "delincuentes" -comentó Andy, sarcástico.

-Vámonos de aquí... -dijo Johnny.






LOS NUEVE Y EL ENIGMA DEL LAGO DE GADES [Terminada] Onde histórias criam vida. Descubra agora