Nella tua bocca porterai

CAPITULO 38

Despertaste más temprano que de costumbre, estabas muy nerviosa, tenías el tiempo contado, habías despertado con ascos, no sabías si de los nervios o por el embarazo.

Minnie subió a ayudarte porque Leone ya estaba en otra habitación, y no debían verse.

- Señorita le trajeron esto, el joven Giorno lo envió

- ¿Qué es Minnie?

Al abrir la caja viste que era un vestido corte sirena, con unas flores negras y el escote en corazón.

- Señorita esta precioso, su hermano tiene muy buen gusto, ahora vamos a ver si le queda.

- Ay Minnie gracias, estoy muy nerviosa y ahora me sales con esto de que puedo estar gorda y que el vestido no me quede- te pusiste a llorar.

- Perdón señorita es que también estoy nerviosa.

Te pusiste el vestido y te quedo muy bien, te entallaba de maravilla Minnie te paso las flores y eran unos tulipanes rojos, dudaste en tomarlos porque te trajo muchos recuerdos.

- Señorita, no va a pasar nada, el ramo es lindo y lo mando su cuñado.

- Tienes razón Minnie vamos pues, ¿Leone ya se fue?

- Si señorita, él y mi esposo ya se fueron al juzgado

- Ok vámonos

Bajaste las escaleras y estabas muy nerviosa, no sabías como iba a funcionar esto pero tenías ilusiones de que ya iba a estar todo mejor.

Al llegar al juzgado bajaste del auto e ibas nerviosa que la zapatilla se te cayó. Minnie te ayudo a ponértela.

Abbacchio ya te estaba esperando con el juez, Giorno, Mista y Giovanna ya estaban en sus lugares y del lado de Abbacchio estaba Héctor.

Pudiste ver a Leone que tenía un traje negro, con chaleco y un moño en color blanco, quedaste boba al verlo, parecía vampiro.

El de igual manera al verte quedo con la boca abierta.

Pasaron donde estaba el juez y este hizo la ceremonia, y les pidió los anillos que se los dieron Héctor y Minnie. Firmaron el acta y los declararon marido y mujer.

Se besaron y Mista estaba llorando de felicidad.

- Bueno hermanita, cuñado felicidades.

- Señorita, joven felicidades- los abrazaron Minnie y Héctor.

- Cuñada, amigo Leone felicidades.

- Muchas gracias- dijeron Abbacchio y tú.

Giovanna solo los abrazo y les dio un beso a ambos.

Fueron a comer a casa de Giorno que había pedido un mini banquete para los 7. Y se la pasaron muy bien, al llegar la noche hicieron sus maletas y se fueron a la casa de Mónaco.

Al llegar ahí no estaba el Señor Lorenzi, por lo que pasaron directo a tu casa.

- ¿Te sientes feliz mi pequeña?

- Si mi cielo mucho ¿Y tú?

- Más que contento, solo quiero hacerlos felices a ti y a nuestro bebé- te acaricia el vientre.

- Te amo il mío paradiso, mi Leone.

- Te tengo una sorpresa mi pequeña

- ¿Qué es?

- Espera y la disfrutaras.

Estaban platicando en la sala, cuando se comenzaron a besar, él estaba sentado y te pusiste arriba de él, le quitaste la camisa que traía y él te acariciaba la espalda, mientras se besaban, te quito la blusa y jugueteaba con el broche de tu sostén, te quito el sostén y comenzó a besar tus senos, tu gemías y podías sentir un bulto ya muy duro entre tus piernas.

Te cargo para irse a la cama, ahí comenzaste a quitarle el pantalón y Abbacchio te quito el tuyo, se seguían besando, cuando él te acostó y comenzó a besar tú cuelo, tus senos y movía la lengua en tus pezones, seguía bajando hasta besar tu vientre y besarlo.

- Te amo (T/N)

- Y yo a ti Leone te amo

El separo tus piernas, y bajo tu ropa interior y comenzó a mover la lengua en tu clítoris mientras con las manos tocaba y acariciaba tus pechos.

En ese momento escuchaste que hablo, pero estabas tan concentrada en lo que Leone hacia que no le tomaste mucha importancia.

Estabas con los ojos cerrados disfrutando cuando sentiste que te besaba alguien más, te asustaste y viste a Moody Blues.

- No te preocupes mi pequeña, sé que te gustaría esto, así que disfrútalo.

- Pero Leone.

- Mi pequeña, me va a gustar tanto como a ti

Se acercó Moody Blues y este lucia igual que Abbacchio y te comenzó a besar, tú estabas tan excitada, que después de todo no te parecía tan descabellada la idea,

Te levantaste a besar a Abbacchio y Moody Blues se colocó detrás de ti, sentiste sus manos en tus pechos y las de Leone en tus glúteos.

En ese momento Leone te puso en 4 Moody Blues delante de ti y Abbacchio atrás comenzaste a practicarle un oral a Moody Blues y en eso te penetro Leone, sentías que le encantaba porque no podía concentrarse por completo en estar dentro de ti.

Pensaste que sería una buena idea y colocaste a Leone debajo de ti y empezaste a cabalgarlo y Moody Blues delante de tu seguías haciéndole un oral mientras movías la cadera y Abbacchio te tomaba por tus glúteos y las apretada.

Te habías cansado y Leone lo noto, así que te acostaste y él se colocó frente a ti, en eso Moody Blues de tras tuyo y te penetro por atrás, te dolió un poco pero Leone te tranquilizo, y te beso muy tiernamente y levanto tu pierna para el poder entrar.

Leone y su stand te penetraban al mismo tiempo los dos sudaban y gemían.

- Preciosa (T/N) ya no aguanto, lleguemos juntos ¿Si?

- Claro mi amor, mi Leone, hazlo más rápido por favor

- Si mi pequeña

En eso continuaron los tres y llegaron juntos

- Leone mi amor, te amo

- Yo también mi (T/N)

Él se recostó bocarriba y Moody Blues desapareció.

- Eres perfecta (T/N)

- Tu eres muy especial para mi Leone

- ¿Estas cansada mi pequeña?

- Algo amor, pero estoy feliz, muy feliz, siempre quise esto y es mi sueño hecho realidad.

- El mío también (T/N) y el bebé, ¿Cómo te sientes?

- Aun no se mueve creo que es muy pronto para eso.

- ¿Lo habremos lastimado?

- No creo amore, ni lo recordara mi Leone.

- Vamos a dormir, mañana tengo que disfrutarte más porque regresando a Nápoles tengo mucho trabajo mi pequeña, quiero entregarle todo a Giorno para poder irnos a Portofino y que ahí nazca el bebé.

- Eso sería maravilloso Leone, sería muy lindo.

- Te amo (T/N)

- Te amo Leone.

Te quedaste dormida en el pecho de Leone y él te abrazo

Pasaron varios días en Mónaco, disfrutaban la casa, y tu vientre iba creciendo un poco más, se alcanzaba a notar porque ya parte de tu ropa no te quedaba del todo. Pero era una etapa que estabas disfrutando mucho, mas Abbacchio estaba feliz, y lugar donde iban te presumía y al bebé también.