R.18: 𝑩𝒖𝒆𝒏𝒐𝒔 𝒅𝒊́𝒂𝒔

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Dormir en soledad y sin la calidez de la piel de Frank contra la suya era quizás mayor castigo para él que para su esposo. Extrañaba su calor, su aroma y sus besos. Extrañaba tocarlo, el refugio de sus brazos y aún mucho más, el que lo hiciera suyo.

Habían pasado el fin de semana completamente distanciados pues a pesar de que Frank había buscado la manera de hablarle y disculparse llevándole flores y sus chocolates favoritos él no había querido escucharlo.

La noche anterior le dolió el corazón cuando vio los ojos llorosos de su Frankie y la tristeza reflejada en su rostro pero aún estaba muy molesto, solo dio la vuelta y lo dejó solo en el comedor. Subió a la habitación y cambió su ropa por una vieja pijama pues no le interesa utilizar ningún babydoll.

Se acostó en el lado de Frank en la cama y abrazó su almohada contra su pecho, inhaló su aroma y cerró sus ojos tratando de recrear el sentimiento de seguridad y de amor que le daba el estar con Frank. Sin embargo no podía lograrlo, él estaba en la habitación de abajo quizás en sus mismas condiciones, sufriendo por estar separados y echándolo de menos.

Gerard sabía bien que Frank no había hecho eso con mala intención. Lo conocía muy bien y creía en sus palabras, sabía que no había habido malicia en sus acciones y que había autorizado a esa escritora para que escribiera sobre ellos con mucha ilusión.

Claro que lo sabía muy bien y que su corazón le pedía a gritos que le hablara y lo perdónase, pero su confianza estaba herida. Frankie le había ocultado eso que era muy importante pero también se lo había confesado después.

De un momento a otro su mente se comenzó a confundir, sopesando todos los momentos buenos y felices que había vivido junto a Frank, el inmenso amor que sentía por él y cada uno de los pequeños detalles que le daba tanto física como sentimentalmente para hacerlo sentir como lo mejor que tenía en su vida. Habían sido confidentes desde que eran novios y el amor con el que Frank le vio cuando le pidió matrimonio era el mismo con el que le miraba arrepentido pidiendo su perdón.

Se había quedado pensando por tanto tiempo que el sueño se había esfumado y para tratar de ayudarse un poco a tomar una decisión tomó su celular y buscó la aplicación de Wattpad. En algún momento Frank le había dicho el nombre de la escritora y el de la historia. Investigaría un poco y ya luego continuaría pensando que hacer.

Creo un perfil bajo el user de Goth Claudia y comenzó a indicar. Escribió un poco en su biografía y colocó una foto de perfil, después de todo no había sido tan difícil utilizar Wattpad, estaba entiendo fácilmente.

Fue hasta la barra de búsqueda y escribió el nombre de Sofi e inmediatamente encontró su perfil y que la historia de sus retos ya había comenzado a ser publicada.

Gerard sonrió amplio al leer la palabra Frerard, la combinación perfecta de sus dos nombre. Sinceramente a él nunca se le hubiese ocurrido. Leyó el índice con suma curiosidad y emoción, pues sabía lo que había pasado en cada reto y lo bien que se había sentido pero una pizca de culpa inundó su corazón al recordar que su último fin de semana de vacaciones la habían pasado peleados y sin hablar.

Dejó su voto y con un suspiro pasó a leer el capítulo uno, El alumno y el maestro. Quedó tan sorprendido al ver la facilidad con la que ella había plasmado casi todos los detalles de lo que sucedió en esa primera vez que ahora le parecía tan lejana pero pudo sentir en su piel cada toque nuevamente, el picor que había producido la madera contra su piel y lo excitante que había sido haber visto a Frank con esa camisa blanca, corbata, pantalones y la polla de fuera, masturbándose contra su rostro.

De igual manera votó y comentó con un simple corazón, se debatió entre sí escribir más o no, después de todo ella no sabía que él era el otro protagonista.

𝐒𝐦𝐮𝐭 𝐂𝐡𝐚𝐥𝐥𝐞𝐧𝐠𝐞 ➛FrerardWhere stories live. Discover now