❛Gamma❜ sunki

013

¿Cómo debía sentirse en la mañana al verlo despertar de esa forma?, la ropa le sobraba en esa etapa, así que aguantó los gemidos del menor por toda la noche, sabía que moriría de vergüenza si lo veía, ya que ahora conocía su faceta más intima.

"Si se lo cuento a alguien me van a tomar como un enfermo." Pero ayudarlo con celo no fue malo... ¿Verdad? No hizo nada que no quisiera en ese momento, tomo ambos platos y fue al cuarto, ahí estaba, mal vestido con la piel sudorosa, el rojo de su piel era hermoso... Al menos sabía que lo había echo sentir bien.

"Sunoo..." Habló abriendo los ojos, sonrió y se sentó a su lado. "Me duele la cabeza... ¿Hice algo malo anoche?" Si supiera.

"Tranquilo, ya estás bien, solo... Nos salimos de control, descuida, todo está bien." Habló aún pretendiendo que su menor era un alfa, pero no podía sacarse las imágenes de aquella vez que se besaron a oscuras, menos los suspiros en su oído, las súplicas de aquella dulce voz de omega. "Debes estar cansado."

"Umh... ¿Fui un alfita malo?" ¿Debía mentirle? No quería matar las ilusiones de su menor, seguro estaba algo borracho aún, ni siquiera hablaba normal.

"No, fuiste un alfita muy dulce, ahora come, se va a enfriar." Acaricio su cabellito, la mirada del chico era tan dulce, sus ojitos brillaban con la luz y su naricita se tornaba roja cuando se avergonzaba, sumando que al parecer no era conciente de su olor y este estaba llenando la habitación. "Eres adorable."

"No soy adorable, soy un alfa grande y rudo, grr" su gruñido fue lo más tierno existente, después de todo no le desagradaba la idea de que fueran pareja, pero aún era demasiado pronto, y no engañaría al pequeño... Ni dejaría que se engañe a si mismo.

"Si, hey, por cierto... Anoche tu olor estuvo más dulce de lo normal." Demasiado dulce. "¿Es por la bebida, creo que eso te hizo algún efecto raro..." Por dios, claro que no era la bebida, si nisiquiera paraba de mojarse, y eso por alguna razón le gustaba.

"Mi olor se endulza cuando estoy con omegas, es raro..." Ls mentira era obvia, simplemente acaricio su cabello y terminó de comer. "Tranquilo, y vístete bien. Llamaré a tus padres para que vengan." Sonríe en grande dándole su ropa limpia y seca, suspiro aliviado ciando el mayor se fue y pudo vestirse pacientemente.

"Ah... No, yo puedo ir solo." Un omega en celo en la calle no era buena idea. Tomo su teléfono y busco el número de sus padres en su mochila, siempre lo llevaba en el bolsillo, así que no fue mucho que partirse la cabeza. "¿Y esto...?" Observó el perfume, creía saber de qué era, además de las pastillas supresoras.

"Bueno... Se lo comentaré a ellos si los llego a ver." Suspiró pesado, cuando el alto bajo se sentía en el sillón, aún no caía en cuenta de que su aroma estaba llenando la casa. "Tus padres vienen en camino, descuida, les dije que hiciste una pijamada junto conmigo y otro amigo." Le dio una sonrisa, el menor también se notaba aliviado.