Extra: Noah Stilinski

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Noah toda la vida vio con odio a su hijo pero cuando fue creciendo se dio cuenta de que podría vengarse de él por haber matado al amor de su vida: darles a los jinetes fantasmas para que lo perdonaran.

Cuando Stiles cumplió los nueve años fue la primera vez que sintió el dolor físico.

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Un pequeño Stiles de nueve años se encontraba terminando la comida, sabía que su padre llegaría temprano de trabajar ese día así que desde que su madre había muerto él se dedicaba de la casa incluso cuando iba a la escuela, Melissa siempre lo llevaba y solía pasar bastante tiempo en casa de Scott.

La puerta de la casa fue abierta con fuerza asustando al pequeño que saltó un poco, por alguna razón su pequeño cuerpo le recorrió un escalofrío, podía escuchar los pasos de su padre acercándose a la cocina abriendo la pueta de manera brusca.

- Oh pequeño bastardo, estoy harto de ti. Solo ahí haciendo la comida tratando de remplazarla, ella me odiaba gracias a ti y murió por tu culpa

El pequeño podía que su padre había estado tomado y estaba bastante borracho, Stiles siempre fue mucho más inteligente que los demás niños de sus edad además de que tuvo que madurar antes por la enfermedad y luego muerte de su madre.

- ¿Papi? – preguntó el pequeño con temor caminando hacia atrás donde estaba la otra puerta de la cocina

- Maldito bastardo – gritó Noah fuera de él tomando al pequeño del brazo con fuerza logrando que las lágrimas salieran de sus ojitos

- Papá me duele, por favor – suplicaba el pequeño mientras Noah lo arrastraba al sótano

Noah arrojó al niño al suelo con fuerza, su cabeza choco contra el suelo logrando que la sangre saliera.

- No soy tu padre y jamás lo seré – le decía Noah mientras golpeaba al pequeño una y otra vez

Cuando estuvo satisfecho, subió dejando al pequeño cubierto de sangre y llorando sin parar, unos minutos después fue abierta y le lazó un botiquín de primeros auxilios y un poco de comida.

- Mañana vendré por ti y espero que las heridas no se vean, no puedo dejar que los demás comience a preguntar acerca del hijo del Sheriff

Stiles abrió sus ojitos con trabajo, el logar solo estaba iluminado por una pequeña ventana, con trabajo se sentó en el suelo tomando el botiquín entre sus manos comenzando a curarse las heridas con cuidado mientras las lágrimas no dejaban de correr por sus mejillas.

- Mami te extraño – susurró entre sollozos cuando terminó de comer y se acurrucó en un esquina del lugar por el frío

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Aun Stiles de trece años caminaba a su casa, odiaba ir a ella pero Scott había tenido que ir al hospital por su asma y no podía quedarse mucho tiempo aunque Melissa lo intentara además la mujer se preocupaba por él se fuera tan tarde y le fuera pasar algo pero lo que no sabía es que el pequeño puberto tenía el infierno en su propia casa desde hace cinco años pero se había vuelto experto en esconder sus heridas y Noah se fijaba cada vez más en donde golpear a su hijo.

El castaño suspiró en cuanto abrió la puerta de su casa, por las luces encendidas sabía que su padre no había tenido turno en noche y esos eran los únicos días en que podía estar en paz así que en cuanto piso la casa y cerró la puerta vio a su padre salir de la sala de estar con esa sonrisa sádica.

- Bienvenido estúpido bastardo – le saludo Noah acercándose a él y tomándolo por el cabello y jalándolo al sótano donde comenzó su paliza

Los golpes acertaban una y otra vez sin descanso, Stiles solo se mantenía quieto, sabía que si decía algo le iría peor así que solo cerraba los ojos mientras sus lágrimas corrían por sus mejillas y pensaba en su madre, en los momentos que estuvo a su lado.

Cuando terminaron los golpes Stiles volvió a hacer la misma rutina, con el botiquín curó sus heridas, comió y se acurruco para dormir pensando en momentos mejores.

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Stiles ahora con 18 años se había visto envuelto en toda locura de Scott y ahora su manada, hace unos meses había comenzado una relación Derek, con quien se encontraba en ese momento en el loft del mayor.

- Der, tengo hambre – dijo Stiles con un pequeño puchero logrando que el mayor solo besara los labios de su compañero

- Voy por comida, mientras deberías de cambiarte desde que regresamos del bosque sigues con la ropa toda rota

Stiles asintió viendo como su lobo se perdía en la cocina, sin pensarlo mucho se quitó la ropa ahí mismo sin saber que Derek había salido para preguntarle algo pero se quedó estático al ver el cuerpo de su compañero que tenía hematomas casi negras, heridas profundas y algunas cicatrices.

- ¿Sti? – preguntó Derek sintiendo que su corazón se rompía, porque su castaño estaba herido de esa manera

- Derek -exclamó Stiles sorprendido tomando su playera para taparse aunque no mucho ya que seguía en ropa interior así que de manera rápida se colocó unos pantalones deportivos y la playera de Derek pero el mayor evito que se la colocara así que con cuidado acercó su mano al torso de su chico pasando sus dedos por cada pequeña cicatriz y cuando llegaba a una herida tomaba su dolor sorprendiéndose al saber que ese dolor soportaba el humano.

- ¿Qué sucedió? – le preguntó Derek viendo a los ojos de su chico, lo cuales parecían estar lleno de miedo

- ¿Confías en mí? – Derek asintió – Dame tiempo para decírtelo, por el momento no puedo

Derek lo abrazó con fuerza quitándole el dolor que podía, no había que había sucedido pero él estaría para su compañero cuando lo necesitara.

Ese día Stiles llegó a casa encontrándose con la mirada de asco de Noah, la cual lo confundió, esta vez no era odio.

- ¿Qué sucede Noah? – le preguntó el adolescente fruncido el ceño

- Además de ser un inútil tenías que ser gay y salir con Derek Hale, ¿sabes que le hace a mi reputación? Eres un asco – dijo Noah acercándose al adolescente que comenzó a retroceder

Noah tomó del cabello de nuevo al adolescente, cuando se había rapado el mayor se había frustrado demasiado pero ahora que había vuelto a crecer aprovecho y volvió a tomarlo de el.

Al llegar al sótano las cosas fueron diferentes ya que no azoto una y otra vez la cabeza del chico contra el suelo, algunas veces pudo protegerse pero otra dado de manera dura contra el suelo, al terminar Stiles estaba mareado, su vista borrosa y el dolor en su cabeza era infernal. Los golpes no hicieron falta y está vez sintió peor todo, sentía que moriría en cualquier momento y sus lágrimas no paraban de correr y solo podía pensar en Derek y sus cachorros.

- Hoy por fin te irás de mi vida

Noah vio como se abría una clase de portal frente a ellos y tomo al chico apenas consciente arrojándolo por el.

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Ese días Stiles Stilinski dejó de existir excepto para una persona pero aún así el chico yacía en el limbo gravemente herido pero jamás se imaginó que los jinetes lo salvaran y cuidaran. 

Aquel que corría con los LobosWhere stories live. Discover now