(•)Segundo libro de la saga.
Al volver a casa Elizabeth tendrá que ser entrenada por sus padres. Al ser atacados por los cazadores deberá escapar al libro de Harry Potter y la cámara de los secretos.
Descubrirá sucesos pasados sobre su ahora vida co...
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Los siguientes días de la semana los paso leyendo el diario de Alaisha Dumbledore, lo más interesante que he leído es que sus poderes empiezan a incrementar conforme aprende más en las clases que el propio Dumbledore le brinda. Porque no es suficiente tener poderes y usarlos dependiendo de su emoción, mientras se llena de conocimientos nuevos aprende a manejar un equilibrio entre su poder y su entorno de forma sútil sin perder el control.
También narra acerca de lo sola que se siente ahora que Lily se fue a Hogwarts, extraña terriblemente a su hermana, pero se consuela con las cartas que recibe de su parte.
Lo que más llama mi atención es la relación que tiene con Petunia, no es que hable de lo mucho se quieren pero por lo que escribio es notable que Petunia tiene un mejor trato hacia Alaisha y detesta a Lily.
Parece que le tiene mucha envidia a Lily por irse y dejarlas, porque ella también desea tener magia y pertenecer al mundo de los magos.
También tiene cierto resentimiento con Alaisha pero la tolera más porque ella se quedó y no fue a Hogwarts y a también aveces Alaisha le hace pequeños favores con los hechizos que ha aprendido. Algo por lo que es reprendida en ocasiones por Dumbledore, ya que no puede usar tanta magia siendo menor de edad.
El lunes por la noche me entero de que el partido de quidditch será el mismo día que tengo la primer clase privada con Snape me da tanto coraje que terminó comiendo una bolsa entera de barras de chocolate con ayuda de Ron.
—¿No puedes decirle que cambie el día? —pregunta Ron mordiendo la barra de chocolate.
—¡Onh si claro! Iré y le diré sutilmente que me haga el honor de cambiar el día de la clase —digo con sarcasmo mordiendo la barra —sino fuera porque pusieron la fecha del partido hoy pensaría que Snape lo hizo a propósito.
—Bueno tranquila, solo es un partido ya habrán más —dice Hermione tratando de consolarme.
—Es que Elizabeth es indispensable —dice Harry abriendo una barra de chocolate —ella le da un toque único al partido por la forma en que lo narra.
—¡Además Lee Jordan me va matar! ya falte al partido anterior, me va echar —digo con tristeza —y aparte no solo va jugar Gryffindor también jugará Hufflepuff no voy a poder ver a ninguno de mis amigos.
Al día siguiente un sol intenso y una brisa ligera y refrescante iluminan los terrenos del castillo es como si el clima se burlara de mi ausencia en el partido.
Mi mal humor empeora mientras estoy comiendo porque para rematar en medio del desayuno aparece el chiflado del capitán del equipo de quidditch.
—¡Perfectas condiciones para jugar al quidditch! —dice Wood emocionado a la mesa de Gryffindor, tomando la bandeja con huevos revueltos —¡Harry, levanta el ánimo, necesitas un buen desayuno! —dice dejando dos huevos en el plato del azabache.