𝑶𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒐𝒔 / 𝑹𝒂𝒚𝒆𝒎𝒎𝒂

Capítulo 22

Ser tu amigo es el mejor privilegio.

- Rayos, rayos, rayos. ¡Salgamos rápido de aquí!. - Dijo la de gorro con angustia.

- Pero, ¿Cómo? Ray esta literalmente abajo, si bajamos nos verá.

Gillian señaló la ventana con una mirada maliciosa.

- ¡No nos vamos a tirar por la ventana!

- ¿¡Tienes una mejor idea?!

Se empezaron a escuchar unos pasos por las escaleras, lentos y aterradores.

Esto las hizo entrar en pánico.

- ¡Vámonos, alcanzamos a escondernos en el baño que queda justo a la izquierda! - Emma tomó la mano de la de gorro y con rapidez se escondieron allí hasta que no hubieran muros en la costa para poder salir.

Emma y Gillian se despidieron de Isabella moviendo sus manos para no hacer ruido y salieron.

Suspiraron exhaustas afuera.

- Así que... ¿Conoces la casa de Ray?

- Sí... Larga historia.

- Tienes mucho por contarme. - Dijo esta, ambas volvieron a la casa de Lucas y celebraron su victoria.

- Bien, ahora pásame la nota para romperla. - Ordenó Emma a su prima.

La rubia asintió y buscó en sus bolsillos.

- Emma...

- ¿Si?

- No encuentro la nota...

- ¿¡Qué?! ¡Pero tu la tenías!

- ¡Lo sé, pero... Parece que se debió caerse cuando escapamos!

Buscaron por los alrededores de las casas y no estaba. Eso significaba que la nota seguía aún en la casa de Isabella, pero ya no podían entrar, con Ray era imposible.

- Ray, ¿Estás bien? - Isabella preguntó, ya que notó a su hijo bastante desanimado desde que llegó a casa.

- Sí.... - Suspiró. - Bueno no, no lo estoy.

- ¿Ocurrió algo? - La mayor se acercó preocupada.

- Emma se irá en menos de cuatro días a Grace Field y no volverá.

- Espera, ¿Hablas de la peli naranja bonita y con antena? - Él asintió. - Oh, ella justo vino a visitarte hace unas horas, pero como vio que no estabas te dejó una nota en tu cuarto.

- ¿En serio? - Una gota de esperanza volvió a la mirada de Ray. - Isabella asintió con una sonrisa, él se levantó rápido de la mesa del comedor y se fue a su habitación a buscar la nota.

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- ¡Perdón Emma! ¡No fue mi intención! ¡Acabo de arruinar tu vida!- Rogaba la de gorro, hasta se arrodilló.

- ¡Tranquila! Pero ahora, ¿Qué hacem-

- Niñas, ¿Por qué gritan tanto? La cena ya esta lista, las estamos esperando. - Lucas las interrumpió y ambas asintieron con una sonrisa angelical, se dirigieron a la mesa y trataron de comportarse lo más normal que pudieran.

- ¿Se encuentran bien? Parecen algo ansiosas... - Dijo Paula.

- ¿¡Nosotras?! ¡Fua, claro que no! ¡Estamos super normales! ¿¡Verdad Emma?! - La de gorró le pegó con el codo.

- ¡Ah, si! ¡Obviamente! - Emma carcajeó nerviosa.

La cena les quitaba tiempo y eso las colocaba aún más nerviosas.