Prólogo

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— ¿De cuánto estamos hablando? —Dijo en un susurro mientras miraba hacia la ventana — ¿Un año? ¿Seis meses?

— Es difícil saberlo — el doctor Kim miró el informe médico — La enfermedad de Stargardt no es algo que podamos predecir. En ocasiones, se puede detectar desde la infancia —se paró un segundo, respiró hondo y continuó — pero la tuya se ha descubierto hasta hace poco. Podrías tener unos cuantos meses de visión borrosa, pérdida de la visión central, desmayos repentinos...

El doctor dejó de hablar y el castaño volvió a girarse hacia el médico, le regaló una sonrisa sarcástica y dijo — ¿o?

— O podría ser más rápido que eso. Podrías sufrir una pérdida de visión casi completa en cuestión de unas pocas semanas.

— Semanas... — repitió el castaño fríamente mientras volvía a ver hacia la ventana. En semanas, probablemente ya no podría. Por el rabillo del ojo vio cómo el médico agarraba un folleto y se decidía entre si seguir hablando o no, se paró de su asiento — Mándame la factura a mi correo.

El doctor Kim sacudió la cabeza y dejó escapar un suspiro. — Tu caso es único, el golpe que te diste podría de alguna manera exacerbar o incluso acelerar el proceso. Muchas personas que la padecen, han logrado salir adelante...

— Mientras que otras, se quedan ciegas.

— Vivir con pérdida de visión es un reto...

Soltó una carcajada amarga. ¿Un reto? le gustaban los retos, perder la vista lo consideraba más como un hecho devastador. Aún podía recordar la oscuridad completa, la sensación de miedo, soledad... vacío. Negó con la cabeza intentando sacar esos recuerdos tan amargos que pronto se volverían parte de su vida diaria.

El doctor le tendió el folleto — Podría ponerte en contacto con grupos de apoyo, te pueden ayudar a acostumbrarte a este proce–

— No. — Apartó el papel y se obligó a ver al médico a los ojos. Definitivamente prefería su vista periférica. Inclinó la cabeza para poder ver el rostro borroso de su amigo, parpadeó un poco como si eso fuera a ayudarle a mejorar su visión pero no funcionó. Claro que no lo haría. — No estoy interesado en unirme a ningún grupo. — Se movió hacia atrás y desestabilizó sus pasos, intentó agarrarse de algo para no caer pero la vista no era de ayuda y terminó por tropezar, el doctor Kim intentó levantarlo pero el castaño no se dejó y trató de hacerlo por sí mismo. Falló y maldijo en voz baja.

— BaekHyun...

— Estoy bien.

Después de unos intentos, logró pararse y salió de la habitación. Al otro lado de la puerta sólo se podía ver un Kim MinSeok preocupado por su mejor amigo y paciente.

Park ChanYeol se paró en la banqueta y suspiró, ese día había sido uno de los más pesados que había tenido en toda su vida y no creía prudente ir a un bar, lo que quería era descansar, eso de tener amigos mientras terminaba sus pasantías para la u...

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Park ChanYeol se paró en la banqueta y suspiró, ese día había sido uno de los más pesados que había tenido en toda su vida y no creía prudente ir a un bar, lo que quería era descansar, eso de tener amigos mientras terminaba sus pasantías para la universidad le estaba pasando factura de algún modo. Echó la cabeza hacia atrás y sin más abrió la puerta.

Observó a sus amigos en una mesa localizada en una esquina y fue directo a ellos, sentía cansancio pero al ver a sus amigos tan animados, la alegría se le contagió y a los minutos ya se estaba riendo de una broma dicha por JongIn.

—Iré por otra cerveza.

—Trae dos cubetas más.

El alto se dirigió a la barra pero chocó con algo antes de llegar. O alguien.

—Perdóname, por favor, no te vi en el camino. —Dijo ChanYeol balbuceando nerviosamente al ver que había empujado a un hombre más bajo que él y que éste parecía desorientado, con dolor de brazo por el golpe y molesto. Al no recibir respuesta, siguió de manera abrupta: — De verdad no fue mi intención, soy médico, o algo así, la verdad es que todavía no me gradúo, aunque eso no es lo importante ahorita ¿verdad?, en fin, ¿no quieres que te vea el brazo? No creo que tengas nada grave, el golpe no fue tan fuerte, aunque claro, yo no fui quien lo recibió, necesitaría que me dijeras primero si te duele mucho o es algo mínimo, pero bueno, otra vez divagando, una disculpa por todo esto, mejor me callaré porque veo que no hablas, ¿eres mudo? ¿Tal vez sordo? ¿O acaso estás procesando todo lo que digo? Una disculpa una vez más, no sé si de verdad logres ver lo arrepentido que estoy de...

—No lo veo.

ChanYeol paró abruptamente todos sus balbuceos y abrió los ojos. —Disculpa, ¿no ves qué?

El más bajo solo rodó los ojos e hizo una mueca de disgusto, no podía ver nada; literalmente. Pero ¿cómo decir aquello? Ni siquiera podía ver al gigante de casi dos metros que tenía enfrente, su cabello era ¿negro? ¿Café? Quién sabía, él no podía distinguir absolutamente nada de su cara, solo su cuerpo y porque lo había golpeado primero, para después obstruirle el paso. Había decidido ir a aquel bar por recomendación de una película, en ellas siempre solucionan los problemas con una botella y continúan con sus vidas. Eso quería BaekHyun, continuar con su vida, dejar de lado sus problemas, sabía que el tomar alcohol no era la mejor ni más estable idea, pero al menos era una calma pasajera, probablemente debió haber pedido a su secretario comprar alcohol y no ir él mismo a un bar, ya no estaba en condiciones de hacerlo solo. Solo habían pasado 2 semanas y sus desmayos y negruras se habían hecho más frecuentes, no lo quería admitir en voz alta ni mucho menos enfrente de MinSeok pero sí, estaba empeorando. Y de manera rápida.

ChanYeol puso atención al castaño y se dio cuenta de lo guapo que era, tenía puesto un traje de tres piezas color negro y unos zapatos que se veían más caros que su departamento, después de un rato de que ninguno se movió del lugar, volvió a hablar:

— Me gustaría invitarte una cerveza.

El más bajo parecía divagar en sus pensamientos hasta que escuchó a su obstáculo: — ¿Perdón?

ChanYeol analizó su contestación, ¿no tomaba cerveza? Probablemente no, su apariencia dictaba algo más como ron o vodka, la había cagado.

—¿O quizás un vodka?

BaekHyun solo se quedó callado, estaba sorprendido por las palabras del contrario, lo había golpeado, accidentalmente, y ahora lo estaba invitando a tomar algo, si bien él quería tomar, lo quería hacer solo, pero por otro lado, no veía nada y que el más alto lo llevara a un lugar donde sentarse sería de gran ayuda. Intentó relajar sus facciones y hacer una sonrisa coqueta. — Acepto la cerveza.

En tus ojos ➸ ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora