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Minho caminaba hasta la salida del lugar, sabía que Chris lo seguía y eso solo era parte de su plan, demostrar que Bang iba a rogarle toda la noche.

– ¿Adónde me llevas, precioso? – pregunto el mayor apenas lo alcanzo. Minho se giró, quedando ambos frente a frente, lo que solo aumento la tensión entre ellos y las ganas de besarse. Bang lo tomo de la cintura y se acercó, dándole un pequeño beso en los labios que los dejo queriendo más.

Minho solo se dejaba hacer. Chris sonrió por eso.

– ¿Qué te parece a mí apartamento? – propuso Minho jugando con la corbata que portaba el australiano. De esta misma lo atrajo para besarle, pero a diferencia del primero, este beso era más fuerte, más pasional. Ambos luchaban por el control, algo bastante típico entre ellos, pero esta vez, Minho se dejó hacer. Decidió darle el control del beso a Bang, e incluso dejo que este bajara una de sus manos y tocara su trasero.

Chris estaba encantado. Sentir las manos de Minho en su cuello y cabello para atraerlo más hacia él, lo hacía sentir en el séptimo cielo. Un poco más atrevido, bajo un poco los besos hacia el cuello de Minho, gustándole mucho escucharle jadear al sentir su aliento en ese punto.

Minho estaba más que complacido con Chris, no iba a negar que le estaba gustando demasiado esa pequeña atención, pero prefería que fuera en un lugar más privado, por lo que aparto a su jefe de sí.

– Mejor a mi apartamento – le empujó hacia la puerta, diciéndole con ese gesto que lo siguiera a su auto. Cuando vio las intenciones de Chris de guiarlo a su propio auto, negó –. Te traeré mañana a recoger tu auto, es mejor que vayamos solo en uno.

– ¿Seguro que mañana podrás estar en condiciones de conducir, bonito? – Minho odiaba que lo llamara bonito y el desgraciado lo sabía, por eso mismo le encantaba utilizarlo. Aunque grande fue su sorpresa cuando Minho no lo mando al diablo ni a chuparle el pene, solo sonrió coqueto e inclino un poco su cabeza, dándole una apariencia algo tierna, pero picara. Chris sintió su miembro endurecerse un poco.

– Hare mi mayor esfuerzo, señor Bang – y dicho esto, camino hasta su auto, siendo seguido rápidamente por Chris.

Esta es mi noche, pensó el australiano.


Una vez en el ascensor, Chris acorralo a Minho contra la pared de este. Había sido un viaje de solo veinte minutos, pero durante esos pocos minutos, la tensión había sido demasiada; tanto así que apenas se cerraron las puertas del ascensor, comenzaron a besarse.

Chris tenia a Minho tomado de la cintura y quiso hacer que este le rodeara su cintura, pero grande fue su sorpresa cuando Minho lo tomo del cuello y lo llevo contra la pared contraria del aparato.

Aun con su mano en el cuello de Chris, Minho lo beso siendo correspondido después de unos segundos, aunque rápidamente se apartó para comenzar a besar la piel expuesta del cuello que aún tenía agarrado.

Chris no pudo evitar gemir al recibir un lamido desde su manzana hasta su oreja, la cual recibió un mordisco que hizo a sus piernas temblar.

¿Qué mierda? Pensó en cuanto cayo en cuenta de las posiciones que tenían. Minho ahora estaba tocando su trasero y había conseguido desabotonar (romper) los primeros botones de su camisa, sin contar que la corbata estaba casi suelta.

Empujo a Minho en cuanto escucho el timbre del elevador llegar al piso de este. Lee solo se echó a reír, limpiándose un poco la baba que había quedado en su barbilla. Seguido de eso y aun bajo la mirada asombrada de Chris, le guiño el ojo para luego decirle que lo siguiera.

Tensión Sexual - BanginhoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz