IX

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—¡No es justo! ¡Tú ni te esforzarse en vencer al chico cerdo! ¿Cómo hiciste para crecer?– Shinobu estaba realmente disgustada, ver a Zenitsu crecer aunque no había entrenado le enojaba.

—¡Fue suerte, lo juro, deja de golpearme, pequeña Shinobu!–.

—Joven Agatsuma– dos de las Ubuyashiki aparecieron para su rescate —Su presencia es requerida en la sala de reuniones– siguió a la hermanas de inmediato o Shinobu lo seguiría golpeando.

—MONITSU– un "cabezazo amistoso" lo recibió en cuanto entró a la sala.

—¿¡Por qué hoy todos me golpean!?– en la sala se encontraban los cinco de su generación.

—Zenitsu, me alegra que ya volvieras a la normalidad– Tanjiro se hizo a un lado para hacerle espacio entre él y Kanao.

—Buen día cazadores, en esta ocasión seré yo quien dirija la reunión– Kiriya tomó asiento al centro frente a ellos, los cinco se inclinaron con respeto y compartieron el pensamiento de que seguramente su padre seguía preparándolo para ser un líder.

La reunión trató el tema de su vital participación en la batalla contra Muzan y las lunas crecientes, su rango ascendió al mayor antes de pilar y fueron informados de que cabía la posibilidad de que tomaran el puesto de pilar debido a que seguramente algunos renunciarían a su lugar.

Otra opción por la que se les permitiría optar sería convertirse en maestros, no era lo más común debido a sus edades, generalmente se convertían en maestros aquellos que lograban jubilarse, pero la experiencia y fuerza que demostraron los respaldaría.

La opción de renunciar a ser cazadores también estaba sobre la mesa, sin embargo, esa siempre estuvo y no era la más alentadora para el cuerpo de cazadores de demonios que se encontraba en cifras pequeñas.

Se les avisó que habría una reunión más en la que su generación y los pilares, una vez que estuvieran de vuelta en condiciones, reportarían su decisión al líder general.

Zenitsu fue puesto al tanto de que las cenizas de su abuelo descansaban junto a las de otros grandes guerreros que fueron parte del cuerpo de cazadores y que podría disponer de sus campos de duraznos cualquiera que fuera su decisión final.

—¿Ustedes qué piensan?– Kanao parecía muy indecisa y preocupada, ella no creía que su maestra Kanae fuera a renunciar a su puesto y tampoco se creía más merecedora de un puesto así antes que Shinobu.

—Pienso... pienso que mejor me marcho a mi misión antes de que Sanemi se aparezca por aquí, he logrado evitarlo hasta ahora– Genya aún teme a la reacción de su hermano. Se despidió de todos con un simple gesto y se marchó rápidamente.

—¡Kanao, Kanao! Juega con nosotros– Shinobu la llamó desde lejos. Habían estado jugando a saltarse entre ellos pero eso no era algo tan divertido de jugar para ella. Kanao fue hacia ellos con una gran sonrisa.

—¿¡Cómo creen que suene mejor, pilar de la bestia o pilar del cerdo!?– Inosuke tenía claras sus metas a comparación de los otros cuatro.

—Pilar de la bestia, es extravagante y no suena a algo relacionado con comida– Uzui apareció a sus espaldas, quizá explicando la razón por la que el líder general no se había presentado.

De vuelta a la normalidad y con sólo un brazo vendado, Uzui parecía estar realmente sano, incluso el ojo que había perdido en batalla lucía como nuevo. Tanjiro pudo oler algo nuevo entre Zenitsu y Uzui, algo que olía a problemas, gritos y posiblemente a matrimonio.

—¡Entonces seré el pilar de la bestia! El más fuerte ¡El más genial y extravagante!– Inosuke seguía siendo fácil de influenciar, Uzui parecía alegrarse como si su trabajo ahí estuviera hecho.

Mis niñosWhere stories live. Discover now