20. Final

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"Un disparo al corazón", eso fue justo lo que él provocó en mi. Hoseok es de esos chicos que te penetran con la mirada y sientes un estremecimiento por todo el cuerpo. Cuando lo vi la primera vez que llegué a la hacienda él estaba montando  un corcel junto a Jackson, me quedé en mi camioneta y lo observé, no me imaginaba que fuera el hijo de los Jung, pues se veía tan amable con los trabajadores y por mi experiencia en este mundo los señoritos son bien engreídos y alzados. 

Me molestó, por alguna razón, la forma en que algunos vaqueros lo veían. Pero es que su sonrisa era la más impresionante que había visto en mi vida, te deslumbra como cuando ves directamente al sol.  Su reacción cuando me presentaron a él como el administrador, fue como estar en el mismo infierno sentí que me mataría y eso me excitó demasiado y ver mi risa lo encabronó más. Pero fue más excitante el día que discutimos por Vante.

— Y tú podrías cerrar tu boca y dejarme hablar con mi padre.— Aquellos ojitos brillaban con un fuego que me consumía y no dudé en provocarlo más

— Soy el administrador y es mi trabajo administrar todos los recursos de la hacienda y el corcel es un recurso, por tanto haré lo mejor para las ganancias de la hacienda, ¿No es lo que deseabas?

─ Mi Vante no es un recurso, es mi amigo y yo lo cuido. Él es mi potro y lo montaré cuando quiera.— Cuando dijo Mi Vante, mi deseo se apoderó de mí, pues ese era el nombre que me dieron en el rodeo.

─ Mira Blanca nieves, no me importa tu amistad con los animales, pero el caballo seguirá allí, Jung confía en mi y me ha dado la autoridad de decidir lo mejor para Hope.

─ ¡Escúchame bien idiota! Vante es mío no tienes derecho sobre él, me pertenece y solo se enlazará con quien yo diga. — Estallé en deseo al verlo pelear por la propiedad de Vante, es que era hermoso como salía mi apodo de su boquita tan excitante.

─ Enséñame el registro de propiedad del caballo, si es tuyo te lo dejo. Señor Jung, sabe que mi propuesta es la mejor y que el caballo le pertenece, tiene su sello y sobre todo hay buenas propuestas para sacar los mejores pura sangre del condado. 

Después de esa pelea estuvo esquivo conmigo, hasta que lo vi totalmente ebrio, odié la forma en que lo veían los demás, él ya era mío, odiaba esa confianza con el hijo adoptivo de los Jung. No me importaba su síndrome de Blanca Nieves que lo hacía hablar con los animales, lo deseaba tan mal que solo pude ir tras él.

—¡Oye precioso! ¿Vamos te daré tu lechita?

Dijo un borracho, quien no se había dado cuenta a quién le había propuesto semejante cosa, Hoseok sin pensarlo le pateó las bolas y le gritó. — ¡La única leche que quisiera probar es la del idiota, pero como es idiota no quiero nada!

El borracho se acercó pero esta vez fui yo quien lo golpeó dejándolo tirado, tomé de la mano a Hoseok y me lo llevé a la camioneta. — ¡Suéltame!

Te llevaré a casa, estás ebrio y tu idiota está cogiendo a mi prima — Me giro para ver su molestia, pero lo encontré riéndose de mi, me encelaba verlo junto a Yoongi.— ¿No te molesta?

— No, mi idiota está aquí... Jijijiji — lo vi confundido, pese a haber tomado tenía mucha resistencia, me sonrió sorprendiéndome con lo que me dijo, con aquella mirada bella.— Tú eres mi idiota, Idiota.

— Y tú ¿Quieres mi leche?

Sí, pero no te lo digas... Te odio... Me quieres robar a Vante y yo quiero montar a Vante.— Esa revelación fue directo a mi miembro y si lo repetía le robaría su preciada virginidad.

You Give love a Bad Name.Where stories live. Discover now