⋆˚｡⋆━━𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎
❝un amor que dudará para
siempre; que, habiendo
tenido un principio no
tendra fin❞
𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝘃𝗶𝗮𝗷𝗲 𝗮𝗹 𝗳𝘂𝘁𝘂𝗿𝗼, terceros en discordia, confusiones y celos; harán que Ramiro y Marianella se den cuent...
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Nubloso.
Así estaba el día, luego de que los guardianes fueran absorbidos por el libro. Cayeron en lugares diferentes. Tenían miedo, estaban perdidos y desorientados.
No sabían en donde estaban.
Mar cayó en aconcagua, se encontró con un montón de nieve, no sabía como había llegado ahí. Estaba sola.
— ¿Dónde estoy? —musitó, caminaba con mucho cuidado para no caerse—. ¡Mínimo pude haber caído con mi novio! ¡¿Hay alguien por ahí?
Silencio absoluto. Suspiró y siguió caminando para ver si se encontraba con algunos de los chicos. Pero nada. Comenzó a girar en círculos desesperada.
— ¿Dónde estás Simón? ¿Dónde estás? —se dijo a si misma—. Tranquila Mar, todo va a estar bien. ¡Soy llave! Algo se me tiene que ocurrir
Comenzaba a tener frío, se sentía angustiada y ansiosa. Supo que pasaba, Simón, estaba mal lo podía sentir. Los minutos pasaban y seguía caminando sin parar.
Su mirada se quedó mirando una casa un poco lejana y sin dudarlo se acercó a ella rápidamente.
— Puede a ver algo acá —susurró y entró a la casa.
Lo que no sabía era que Simón también estaba ahí caminando silenciosamente, buscando señal para poder comunicarse al igual que Tacho que seguía mirando a su alrededor confundido.
Unos ruidos se escucharon, cada uno agarró algo para defenderse y gritaron por un instinto. Se quedaron mirando por unos segundos y luego sonrieron.
— ¡Payasito! —gritó de emoción y corrió para abrazarlo. Él se quejó un poco—. ¿Payasito? —preguntó, retrocediendo y tocando el lugar mojado de su brazo. Sus dedos se retiraron rojos con sangre—. ¡¿Payasito?!
Volvió a preguntar, levantando su voz, y empezó a palpar frenéticamente sobre su pecho y costados, buscando heridas que claramente tenía.
— Mar, son heridas leves nada más —tomó sus manos—. Estoy bien —aseguró.
— Lamento interrumpir su momento pero, —comenzó el teñido acercándose— ¿qué fue lo qué pasó?
Ellos se miraron, haciendo una mueca. Se sentaron en el suelo.
— Algo raro paso, tal vez algo hicimos mal. No sé —concluyó Mar—, que sé yo, giramos mal la llave o algo
