⋆˚｡⋆━━𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎
❝un amor que dudará para
siempre; que, habiendo
tenido un principio no
tendra fin❞
𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝘃𝗶𝗮𝗷𝗲 𝗮𝗹 𝗳𝘂𝘁𝘂𝗿𝗼, terceros en discordia, confusiones y celos; harán que Ramiro y Marianella se den cuent...
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Las clases seguían avanzado mediante las horas y Rama seguía dibujando ─a si mismo vestido de negro y con los ojos negros─ lo peor es que no se daba cuenta o a veces no era lo que quería dibujar. Siguió haciéndole detalles sin despegar la vista de su cuaderno.
Al detenerse miró el dibujo y su cuerpo se estremeció. Suspiró y siguió dibujando en otra hoja.
Mar del otro lado de los asientos, estaba escuchando a Jazmín mientras que ella le contaba algo pero su mirada estaba centrada en su novio. Parecía estar desorientado y confundido, con un miedo en sus hermosos ojos verdes que pudo notar.
Estaba tan perdida en sus propios pensamientos que no noto la presencia de Valeria, la cual echó a la gitana para luego sentarse a su lado.
— Mar —la voz de la rubia la hizo regresar a la realidad. La miró—. ¿Estás bien, gata? Te veo preocupada
Asintió— Estoy bien. ¿De qué querés hablar? —inquirió. Su amiga la miró sorprendida—. No me mires así, te conozco
— Cuando veníamos para acá, se me habían caído las fichas estas —se las mostró—, y se me acercó un hermoso hombre para ayudarme
La miró con mucho interés— ¿Y? ¿Paso algo?
— No. Es un...profesor
— ¡Ay Vale! —negó divertida—. Ojito con lo que vas a hacer. Thiago no se puede enterar de esto
La tumbera formo una mueca entendiendo su punto y solo asintió con firmeza. Los minutos seguían avanzado y ahora estaban en clase de Literatura con el profesor Juan Nero.
La que más se emocionó fue Valeria, no podía quitarle los ojos de encima por cada frase o movimiento que hacía y más cuando nombro que el hacía la clase de guión. Thiago la quedó mirando con el ceño fruncido al verla tan emocionada.
Simón por su lado no paraba de leer la historia que había escrito, le resultaba algo irreal y extraño. A pesar de que quiso no pensar en eso su mente le jugo una mala pasada. Movía su pierna de arriba hacía abajo con ansiedad.
La ansiedad empeoraba cada vez más y le aterraba no poder controlarlo.
— Que lindo dibujo. Deberías ir a la clase de Arte —comentó Thiago con suavidad—, estarías mejor allá que acá
— Ya lo creo —respondió el rubio sin levantar la vista de su dibujo—. ¿Por qué lo decís? —preguntó confundido.
Sonrió con ternura y levanto la vista del rubio haciéndole saber que estaban en clases de Matemáticas.
— Estás en la luna
— Sí. Al parecer sí —susurró. Noto como su novia se acercaba hasta él—. ¿Pasa algo amor?
