⋆˚。⋆━━𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎
❝un amor que dudará para
siempre; que, habiendo
tenido un principio no
tendra fin❞
𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝘃𝗶𝗮𝗷𝗲 𝗮𝗹 𝗳𝘂𝘁𝘂𝗿𝗼, terceros en discordia, confusiones y celos; harán que Ramiro y Marianella se den cuent...
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Mientras que algunos discutían, Mar quería saber como estaba el castaño ya que podía sentir un dolor insoportable en su cabeza.
Sin dudarlo camino un poco lejos de las vías del tren hasta el bus y entonces ahí lo vio.
— Payasito, ¿estás mejor? —preguntó ella con timidez.
— Y si, como no va a estar mejor si te tuvo a vos como enfermera, estabas todo el día detrás de él —sentenció Thiago detrás de ella, sin disimular sus celos, su amigo lo miro confundido—. Digo, ¿no te ayudo cuando te sentiste mal?
Asintió— Me re ayudó. No quería dejarme salir del bus —comentó con una risita y ella le sonrió.
Cuando se iba a acercar para poder abrazarlo, observo como Melody lo rodeaba con sus brazos, viéndolo como lo besaba lentamente sin importale la presencia de ellos.
Todo se sentía bien y tranquilo cuando estaba con su novio, era una sensación o sentimiento que nunca antes le había pasado, era mágico.
En ese momento supo que así era como se sentía el amor. Mágico y especial.
Pero Mar volvió a sentir esa opresión en su pecho, frunció el ceño al notar algo extraño alrededor de ellos, todo el amor que se daban lo podía ver a través de sus auras; claridad y nitidez.
Parpadeó varías veces para saber si no estaba alucinando, pero aquello no desapareció hasta que Rama la alejo de ellos, trayendola devuelta a la realidad.
— Mi amor —lo escuchó reír—. Te fuiste
Cuando quiso volver a ver lo mismo, ya no pudo. Su novio parecía lejano a todo, eso la hacía confundir más y pensar que quizás eran luces o estaba enloqueciendo.
— ¿Cariño? ¿Seguís aquí?
Miró a su novio y sonrió.
— Sí. Lo siento, pensaba en... —no pudo seguir ya que sintió los labios de él sobre los suyos—. ¿Y éso? ¿Por qué fue?
— Porque te amo —sonrió—, y porque te extraño y no puedo soportar estar lejos de vos
— Que dulce que sos —murmuró moviéndose el labio y lo volvió a besar con más pasión. Hasta que fueron interrumpidos.
— Rama, te necesitamos —la voz de Simón sonaba lejana para él—. ¡Hey! ¡Dejen de besarse! —los separó.
Suspiró irritado— ¿Qué es lo qué quieren? —paso sus manos por su cara frustrado—. ¿No ven qué estoy con mi novia?
— Sí, sí Romeo. Tendrás todo el santo año para estar con tu novia —Thiago rodó los ojos—. Pero necesitamos que juegues un partido con nosotros