Capítulo 6

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Jiang WanYin está agotado, no es nada nuevo de que lo esto o bueno es lo que supone, aunque hoy se siente que se lo merece estar agotado. Con los parpados pesados, da un ligero y lento parpadeo agradece que ya sea casi la hora de meterse a la cama.

Suspirando, Jiang Cheng se lleva la pequeña taza a sus labios, mientras sus ojos están fijos en su manga, el cual tiene un color rojo suntuoso con bordados dorados que brilla en la poca luz. Tiene un recordatorio, su mirada viaja a través de la habitación, Lan Wangji se encuentra sentado con la espalda increíblemente recta en una mesa baja, mientras lee.

Jiang WanYin no duda en admitir que el hombre es hermoso de esta manera; el calor de la luz de la lámpara, asi como el rojo intenso de sus túnicas lo suavizan, lo hacen parecer un poco más humano, en vez a una estatua de jade tallada delicadamente simplemente lo hacen parecer más vivo. “Mi esposo”, Jiang WanYin lo aprueba mentalmente y le resulta más fácil de lo que espera.

Quizás sea por el estrés que lo hace a que este inherente en un día como este, ya que recuerda muy poco solo destellos de recuerdo, cosidos como tramos de espacio en blanco. Aunque bueno se las arregló para llevarlo a cabo, que es la parte importante.  Pensándolo bien recuerda que Lan Wangji y el escaparon antes a la indicación. Incluso recuerda que había visto al líder de la secta Gusu Lan brindando por su salud y felicidad, con las mejillas sonrojadas y los ojos brillantes a causa de la bebida.

Su mirada se desliza nuevamente hacia Lan Wangji, contemplando el movimiento de sus dedos mientras pasan a una página del libro. “Tiene las manos grandes” señala Jiang Cheng, entretenido ya que nunca antes había dado cuenta. “Anchos y fuertes, sin embargo, sus dedos son de la alguna manera…elegantes”. Hay una gracia inesperada en el movimiento de Lan Wangji, Jiang Cheng observa esos largos dedos volver a la mesa junto a su libro.

Sus mejillas se sienten calientes de repente. Vuelve a mirar el vino en su pequeña taza, inexplicablemente avergonzado. “Seguro se me permite mirar a mi propio esposo”, argumente en su mente con petulancia, pero él sabe que es una excusa cuando la oye, incluso se lo cree.

“Mirar es una cosa y apreciar es otro”.

Lan Wangji le había robado el aliento a Jiang Cheng cuando comenzó la ceremonia, cuando Jiang Cheng lo vio por primera vez vestido de rojo nupcial. Gran parte del dia puede ser borroso, pero está seguro de que nunca olvidara ese momento. Dejando a un lado la política, las intrigas y el deber, se sintió abrumado por una ola de gratitud. Se había sentido honrado, afortunado, de que Lan Wangji lo acompañara al Salón Ancestral Jiang.

La mano en su regazo hace unas cuantas arrugas en su túnica, Jiang WanYin exhala lentamente calmándose. Es solo el vino y el estado de ánimo del día. Después de todo fue una boda, siempre ha sido susceptible a tales cosas, una sonrisa se forma en sus labios cuando la voz de su hermana flota en su mente bromeando “A-Cheng eres secretamente un romántico ¿No?” Se pregunta que habría pensado ella ese día.

Puaj, basta de rumiar. Nunca antes ha estado tan ansioso por desmayarse – ¿Cuánto tiempo piensas quedarte aquí?- Murmura y los ojos de Lan Wangji dejan de mirar la página del libro, encontrándose con su mirada.

-No deseo deshonrarte al que me vean salir prematuramente- Declara finalmente, era lo mismo que había dicho cuando Jiang Cheng se sorprendió al darse cuenta de que Lan Wangji lo estaba siguiendo de regreso a sus habitaciones en primer lugar.

-Al menos que planees quedarte y desayunar conmigo por la mañana, estás perdiendo el tiempo- Suspira Jiang Cheng, sirviéndose otra taza de vino –No te preocupes por eso. Agrega, más suave –Dudo que te vean-.

-Quizás no- Dice Lan Wangji, Jiang Cheng no pone los ojos en blanco aunque quiere hacerlo. Es el tono de voz Lan Wangji cuando no está de acuerdo, pero decide que no vale la pena discutir –Y sí. Mi intención era desayunar contigo mañana-

Engancharse "Una incursión en mejores relaciones sectorialesWhere stories live. Discover now