Poemas que no te convencieron.

Preguntas.

«Tengo frente a mí a tus sentidos, a tus virtudes, a las paredes más coloridas de tus adentros. Relaciono cada retrato y miro detalladamente tus facciones.
Combinamos sonrisas, miradas, suspiros. Algunas veces miras al vacío, como construyendo en tu mente algún lugar paradisíaco donde puedas vivir.
Otras más, miras de frente, segura, serena, profunda. ¿Quién te enseño a examinarme de esa manera?
¿Acaso pretendes aprenderte cada detalle de mis ojos?
Pestañeas y sigues mirando. Recorres mis facciones, mis marcas, mis arrugas. Determinas el sabor de cada experiencia que encuentras en mi rostro y vuelves a sonreír. ¿A qué le muestras esos labios curveados? ¿A mí? ¿Al paisaje? ¿Al reflejo tuyo que encuentras en mis pupilas? Si tan solo tuviera una respuesta a todas esas preguntas, si tan solo nunca dejaras de mirarme.
Si tan solo esas fotos tuyas colgaran encima de mi chimenea.