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Dipper se despertó luego de unas horas de sueño, el cielo aún estaba un poco oscuro, pero el astro rey se asomaba tímidamente por detrás de unas montañas en el horizonte, demasiado lejos de él.

Miró hacia atrás, la oscuridad del bosque producto de la sombra que lo seguía y guiaba, en vez de infundirle miedo, lo calmaba. No se sentía prisionero, aunque seguramente era lo más sensato en esos momentos.

Se tomó un tiempo, volviendo a la misma posición en la que despertó, y pensó en lo que ocurrió el día de ayer, y antier.

Aún no recordaba bien lo que había sucedido antes de despertar en aquél prado dorado, a la entrada del bosque que había acabado de cruzar, y el por qué portaba el anillo.

Y quién demonios era el "señor" al que la sombra se dirigía.

― Si estás despierto, no deberías malgastar tu tiempo.

Dipper sintió un escalofrío rápido y un pequeño malestar en el pecho, producto de la suave pero profunda voz de la sombra guía.

― El descanso también es necesario a veces.

― Te estás tomando las cosas con demasiada calma, ¿lo sabías? Eres extraño.

― No eres el primero que lo dice, seguramente tampoco el último. De donde vengo, las cosas extrañas son el pan de cada día.

Escuchó una pequeña risa venir de la oscuridad.

― El señor es impaciente, debes ir hacia él cuanto antes.

― No te castigará, ¿verdad? ― preguntó Dipper, preocupación en sus ojos.

― No, no soy su subordinado, soy su igual.

― A todo esto, ¿cuál es tu nombre? No puedo decirte "sombra" o algo así.

La sombra se tomó unos segundos en responder:

― Puedes decirme Beast.

El humano simplemente asintió, sabía que la sombra... que Beast, lo estaba viendo, así que no necesitaba emitir palabras.

― Otra vez no preguntas las cosas que quieres saber.

― Bueno, soy una persona curiosa, pero no soy tonto, siento que hay algo que aún no debo saber, así que lo dejo estar ― su presentimiento se lo decía, Dipper sabía esperar.

― Demasiado inteligente, el señor tiene buen gusto.

"El señor esto, el señor aquello...", pensó Dipper, medio divertido, medio molesto "siento que sé quién es, pero a la vez no".

― Prefiero no pensar que lo dices en la manera en la que estoy pensando que lo haces...

― Vaya trabalenguas... ― murmuró la sombra.

―... De todas maneras; ― prosiguió Dipper, prefiriendo ignorar a Beast, causando una risa seca al mismo ― debo ir hacia el laberinto, ¿verdad?

― Pareces muy confiado, espero no haya ningún monstruo allí.

― De ser así, sería como el mito del Minotauro, aunque no soy Tesseo y dudo que tu señor sea Ariadna.

― No, la verdad es que si así fuese el caso, tú serias Ariadna ― mencionó burlescamente Beast.

― Eres demasiado gracioso. Anda, ve a esconderte al bosque, ya me marcho.

― Que temperamento... ― se burló otra vez la sombra, y Dipper sintió como el peso de su aura intimidante lo dejaba; Beast se había ido.

El silenció se dio, y Dipper ya comenzaba a extrañar a esa agradable y misteriosa sombra, pero tenía una misión, y debía completarla para seguir avanzando en esa rara historia que parece sacada de un videojuego, que seguramente él y Mabel comprarían.

Salió de la sombra que brindaban las hojas doradas y naranjas de los árboles, el sol ya había subido un poco, el cielo estaba de tonos morados rojizos, apenas estaba amaneciendo. Así, el castaño decidió que era hora de partir.

Caminó durante unos minutos por el sendero marcado, tarareando una canción pegadiza que recordó de repente. Maldita sea cerebro, ya había logrado olvidarse de la letra...

Encontró la entrada hacia el laberinto, había un enorme cartel clavado en el suelo, la madera tallada a mano rezaba;

"Jardín de la familia..."

― Mierda... El apellido no es visible, no logro leerlo bien ― murmuró con fastidio, ¡era una gran pista! Pero no podía hacer nada al respecto, uh.

El laberinto era imponente; por segunda vez sentía miedo desde que llegó a esa extraña dimensión, o mundo, o lo que fuese que sea.

― Le rezo a todos los dioses existentes, por favor, que no haya ningún jodido monstruo aquí adentro. ― murmuró el castaño, cerrando sus ojos y juntando sus palmas.

Suspiró, estiró sus músculos para destensarlos y decidió entrar al laberinto.

Desde la copa de un árbol del bosque donde el Pines estaba hace unos minutos, un chico alto y rubio tenía una sonrisa gatuna plasmada en su rostro.

Oh dear, al fin... Un paso más cerca de ti.

Susurró, ronroneando las palabras mientras su aguda visión le permitía observar detenidamente a Dipper.

― No puedo esperar...

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⏰ Last updated: Jul 14, 2021 ⏰

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[BillDip] - "El bosque dorado"Where stories live. Discover now