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― Bueno, dijo que no debía internarme en el pueblo, pero quizás pueda acercarme lo suficiente.

Murmuró Dipper mientras bajaba lentamente por la pequeña ladera, no tenía gran altura pero si era considerablemente empinada y no tenía ganas de lidiar con sus heridas.

Pudo notar como el pueblo que antes había pensado que era medio-medieval medio-futurista era, en realidad, futurista por completo, pero la parte externa estaba en notorias malas condiciones, aunque no dejaba de verse imponente.

― Quizás solo darle una buena mano de pintura y cubrir esos cables chispeantes, sí, con eso debería bastar ― volvió a murmurar el peli-castaño.

Se ocultó entre unos árboles y arbustos frondosos, mirando hacia lo que parecía ser una de las entradas a la ciudad detrás de esas murallas de metal, habían dos torres de centinela, pero no podía ver si había alguien allí o no, así que por el momento era mejor no acercarse.

Por suerte, el follaje anaranjado ocultaba bien su cabello y ojos castaños, y las hojas otoñales del arbusto eran lo suficientemente gruesas para no dejar ver nada entre sí.

Siguió espiando la entrada, había casas grandes y medianas, pero ninguna que pudiese llamar pequeña como tal, la gente vestía de diferentes formas y sin ningún color en particular que le dijera que pertenecían a determinada secta o algo por el estilo.

― ¿Por qué la voz dijo que era peligroso entrar? No parecen malas personas... Espera, ¿Por qué le estoy haciendo caso a una voz que no sé ni de quién es?

Se levantó de golpe, sin saber en qué momento se había sentado con las piernas cruzadas en forma de indio sobre el césped.

― Debería quitarme esta corona, quizás así no llame tanto la atención y pueda entrar, aunque... ¿qué hare si me piden identificación o algo?

Mientras Dipper estaba perdido en sus propias cavilaciones, una fuerte explosión retumbó en el ambiente. Alzó rápidamente la vista, una gran nube de humo negro se extendía por el cielo azul.

Volvió a subir la pendiente rápidamente, desde esa altura quizás podía ver mejor lo que estaba sucediendo. Y no se equivocó, aunque la altura era poca, pudo ver el característico color rojo del fuego parecía cubrir una zona muy alejada de donde él estaba.

Otro fuerte sonido se escuchó, pero esta era una sirena de emergencia, sonaba chillonamente y con un tono apocalíptico.

― «Protocolo de evacuación número 103; amenaza identificada como "fire-onix"»

El pueblo, que en sí, descubrió que solo era una zona límite de una gran ciudadela, se vio encerrada en un gigantesco domo transparente con formas hexagonales, pero desde afuera aún se podían escuchar múltiples sonidos; gritos, por sobre todo.

Otras explosiones se escucharon y más humo salió de distintas zonas, pero parecía que el domo tenía un filtro de aire por donde ese humo toxico salía.

― ¿Ahora ya no me cuestionarás?

Escuchó Dipper a sus espaldas, pero no pudo pensar en una respuesta rápida, ni siquiera se había sorprendido de la repentina aparición de la voz, de la cual podía escuchar pequeñas risas.

― Es un lugar peligroso para un simple humano como tú, aunque si te soy sincero, pensé que irías corriendo hacia la entrada y entrarías a la ciudad.

El castaño volteó rápidamente a ver hacia donde escuchaba la voz, justo detrás de él, y juraba que casi se dislocaba el cuello, la mandíbula y que su cerebro se agitó por el repentino movimiento.

[BillDip] - "El bosque dorado"Where stories live. Discover now