¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
21 ᴅᴇ ᴀɢᴏꜱᴛᴏ ᴅᴇʟ 2026
Eran las siete en punto de la mañana cuando Kiraz hizo acto de presencia en la habitación de sus padres. Dando pasos lentos y silenciosos se dirigió hasta el lado derecho en donde dormía Eda abrazada como una garrapata a Serkan quien sorprendentemente aún estaba durmiendo gracias a que la castaña se las había ingeniado para que su esposo quedara en la cama por más tiempo con la excusa de que hoy no era día de ir a la oficina. Así que ambos adultos estaban en el quinto sueño, abrazados y enredados en las sábanas como si su vida dependiera de ello.
La niña ayer había acordado con su madre que le prepararían el desayuno al arquitecto por su cumpleaños número 36, por lo tanto había venido a buscarla para poder preparar lo que ella no podía cocinar o debía tocar.
Una vez que estuvo parada junto a su progenitora, estiró su pequeño bracito para así moverla y que despertara. Aunque los primeros segundos lo hizo sin éxito alguno, la mayor terminó por despertar mientras se desperezaba y entre abría un poco sus ojos.
― Anne, hay que hacer el desayuno para baba ― Susurró al ver que seguía en la fina línea entre dormir o despertar.
Aquella oración pareció ser un resorte para la mujer, ya que se incorporó de la cama tan rápido que provocó que Serkan se removiera un poco. Kiraz quiso reír por ver a su mamá así pero tapó su boca con sus manitas conteniendo su carcajada.
― Ve a la cocina, iré en unos segundos, hayatim ― Le dijo a su hija en un murmuró mientras comprobaba que su compañero de cuarto no despertara.
La pequeña asintió y pronto salió silenciosamente de la habitación para ir hacia la cocina y empezar a buscar algunas cosas para cocinar.
Eda por su lado, observó unos segundos al pelirrojo acariciando su mejilla con ternura y antes de salir de la cama dejó un beso en su frente.
Una vez que terminó de ocupar el baño, bajó a la cocina encontrando a Kiraz con su tierno pijama y uno de sus ositos alrededor de su brazo izquierdo, buscando las cosas que su altura le permitía y que necesitarían para hacer el desayuno.
― Günaydin, bebek ― Saludó mientras se acercaba a la niña que hurgaba entre una de las lacenas de la parte baja.
― Günaydin, anne ― Correspondió el saludo sin dejar de lado lo que hacía. Parecía que en cualquier momento entraría en la lacena ya que medio de cuerpecito estaba dentro.
― ¿Qué quieres prepararle a baba? ¿Panqueques? ― Sonrió con gracia al verla de ese modo dentro del mueble.
― Evet ― Kiraz por fin encontró lo que estaba buscado y salió de allí para luego ir hacia la silla que había puesto frente a la isla y subir en ella.
