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Después de graduarse de la secundaria un joven atractivo e inteligente como lo era Levi Ackerman estaba supuesto a empezar la universidad que quisiera enseguida, la gente lo veía tan serio y tranquilo, daba la imagen de alguien maduro que tenía mu...

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Después de graduarse de la secundaria un joven atractivo e inteligente como lo era Levi Ackerman estaba supuesto a empezar la universidad que quisiera enseguida, la gente lo veía tan serio y tranquilo, daba la imagen de alguien maduro que tenía muchas ambiciones importantes y metas en la vida, pero nada más alejado de la realidad.

Su corazón terriblemente flechado por alguien fuera de su alcance, era como un veneno que se apoderó de sus pensamientos, cada paso que daba llevaba a un único camino, el amor eterno y devoto hacia Eren Jeager.

Eren Jeager no sólo era mayor que Levi, sino que también vivía bastante lejos y cometió el error de siempre ser tan cariñoso con Levi, confundió su mente sin saberlo. Eren se encargaba de limpiar la casa de su tío Kenny, además de que lo cuidaba debido a sus inicios de alzheimer.

Y ahí estaba él…frente a la mansión esperando que esta vez si pudiera ganarse el corazón de su amor platónico…

Kenny- ¡mi querido sobrino!, ¿o debería decir…mi "gran" sobrino

Levi- ¿por qué mejor no te burlas de tu puta madre?, anciano decadente

Kenny- algún día voy a lavarte la boca con jabón

Levi- ¿dónde está?

Kenny- ¿dónde está quién?

Levi- olvidaba que tienes el cerebro chueco

Su enorme maleta lo acompañó hasta el cuarto en el que siempre se quedaba cada vez que iba de vacaciones, estaba feliz y ya con 18 años sus probabilidades de conquistar al castaño aumentaban.

Dejó la maleta en una esquina y se dio un vistazo en el espejo, había que admitir algo era sumamente atractivo y él lo sabía, por eso a veces se podría llegar a catalogar como engreído, pues estaba consciente de que los genes jugaron a su favor en cuanto a aspecto físico.

Sacó los chocolates que había comprado para su amor y como si estuviera en el pasado con sus dibujos mal hechos y cartas con letra horrenda fue tras Eren para poder regalárselo, escuchó su melodiosa voz en la cocina e hipnotizado llegó hasta él observando el hermoso y nada revelador uniforme, que no mostrara nada no le impedía saborearlo de pies a cabeza.

Eren- ¡ay!, que susto,  ¡joven Ackerman!, mi hombrecito, aww ven aquí bebé

Levi- te extrañé tanto…

Eren- déjeme ver esos ojitos tan lindos, es que no cambia nada tiene la misma cara de bebé

Eren no sabía lo que causaba con sus cariñitos y halagos infantiles hacía Levi, sin embargo no podía verlo de otra manera que no fuera el hombrecito que cuidó desde que tenía 8 añitos, en cada una de sus vacaciones se encargó de Levi, aún siendo un adolecente se comportó muy hogareño y maduro cuando fue su niñero.

¡𝐉𝐨𝐯𝐞𝐧 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora