The attraction ➷ KookGi / YoonKook

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Jungkook abrió los ojos agitado,  encontrandose con la oscuridad de la noche.

Se volteó al oir un ruido a sus espaldad y el niño estaba serio viéndolo a escasos centímetros de su cama.

Parpadeó y tragó duro, sentandose al verlo darse la vuelta y apartarse de él a paso lento.

Frotó su ojo cuando lo vió detenerse frente al espejo colgado en la pared y lo vio tocar su reflejo sin dejar de verlo.

Su respiración se agitó cuando el niño le sonrió y presionó la mano contra el espejo, entrando en él lentamente y sin dejar de verlo.

Cuando se deshizo dentro del cristal, suspiró aliviado  viendo que estaba solo nuevamente.

Se acostó en su cama, se cubrió con sus mantas y volvió a darse la vuelta, pero abrió los ojos y ahí estaba el niño.

Sonriendo en su cama, evitando que vuelva a dormir.

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Yoongi sintió su cuerpo temblar en la puerta de la casa de los padres de Jungkook.

La última vez que fue, fue para el aniversario de la adopción del azabache. 
Momento en el que se le hizo inveitable la idea de que eran hermanos.

Pisó el cigarro y caminó hasta la puerta, limpiando el sudor de sus manos y tocando con nerviosismo.

Habían quedado en hablar con sus padres y acalarar un poco las cosas, pero Yoongi sabía que no podría sacarle información a su madre, así que decidieron comenzar con los padres de Jungkook.

La puerta se abrió y la señora Kim lo recibió con una amigable sonrisa.

-Hola, querido- Saludó, haciendose a un lado para dejarlo pasar. -Hyojong aún no llega, pero Jungkook está en su cuarto-

Yoongi asintió. Se adentró a la casa, ignorando la mirada de la mujer, hasta que su voz lo detuvo.

-Te ves bien, por cierto- Dijo a sus espaldas.

Llevó su mano instintivamente a su cabello y sonrió agradecido, con un leve sonrojo en sus mejillas.

-Gracias- Murmuró avergonzado.

Subió las escaleras ante la seña de la mujer, entrado al cuarto de su ex pareja sin tocar.

-¿Le has dicho a tu madre...?- Su pregunta murió en su garganta al ver a Jungkook.

Estaba tirado en el suelo, rodeado de las partes de un espejo roto mientras lloraba a mares entre gritos ahogados.

-¡¿Qué pasa?!- Grito cerrando la puerta para que la madre no oiga.

Pateó los cristales rotos para acercarse a él y ver que tenía el puño cortado y pequeñas marcas en los brazos.

-Kook- Susurró con dolor en el pecho.

-¡Sácalo de mi cabeza!- Gritó escondiendose en el pecho de Min sin abrir los ojos. -Ya no lo soporto-

-¿Qué cosa?- Preguntó asustado. -¿De qué hablas?-

-El niño- Soltó llorando. -Deshazte de él-

Yoongi vió al rededor pero no había nadie más que ellos en todo el cuarto, haciéndolo fruncir el ceño.

-Amor, mirame- Pidió intentando calmarlo. -No hay ningún niño-

Jungkook dejó que lo apartara, y abrió los ojos cuando los pulgares ajenos acariciaron sus mejillas, limpiando sus lágrimas saladas.