¡¡Pequeñas historias y no tan pequeñas , sobre tus personajes favoritos de Haikyuu!!
Adéntrate a esta historia, lo único que necesitas es un poco de imaginación.
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➪ Las imágenes que utilizo no so...
Mafia au + Soulmates: no puedes morir a menos que sea a manos de tu alma gemela.
TW: mención de muertes, pistolas, drogas, entre otras cosas.
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- No te atrevas a mirarme a los ojos.
Esas frías y sólidas palabras salieron de su boca nada más entrar al pequeño y lúgubre cuatro.
- Lo siento - se le escapó una risilla sarcástica - Creo que no podrás ni intentarlo - tras aquella frase su expresión divertida cambió drásticamente a una seria.
Ella sabía perfectamente que la persona por la que estaba en ese cuarto, se encontraba con los ojos vendados.
Comenzó a dar una vuelta al rededor del hombre que se encontraba atado de pies y manos, tirado a sus pies.
El sonido de sus tacones resonaba por toda la habitación, enviando un escalofrío de terror por todo el cuerpo de los presentes. Todo el mundo sabía que si escuchaban aquel característico sonido era sinónimo de problemas y más aún si iba acompañado de un pequeño chirrido metálico, producto del choque entre la pistola y los anillos de sus manos.
- Ayyy~, pequeño Inuoka - suspiró mientras paraba su pequeña caminata enfrente de su subordinado.
- Creí que sabías lo que le hacíamos a los chivatos en Nekoma.
Un silencio infernal asoló la habitación y lo único que se escuchaba era la respiración entrecortada del hombre al que se le había soltado la lengua.
- Después de todos estos años juntos, no pensé que precisamente TÚ serías la rata que le daba información a la policía. ¿Te han prometido menos años en la cárcel si coperabas? Porque tus manos están tan manchadas como las mías - siempre que abría la boca en estas situaciones parecía que escupía ácido.
- Kenma, ¿podrías recordarle que les hacemos a los traidores? - se dirigió a su mano derecha y el simplemente asintió.
- Podría pasarme horas contándolo, pero para resumir... de este cuarto nunca salen vivos - su tono de voz eran tan monótono que lo único que podría pasar por tu mente al escucharle es <<¿Cuántas veces habrá tenido que hacer eso?>>. Para responder a tu pregunta lo único que puedo decir es que pocas no han sido.
