¡¡Pequeñas historias y no tan pequeñas , sobre tus personajes favoritos de Haikyuu!!
Adéntrate a esta historia, lo único que necesitas es un poco de imaginación.
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➪ Las imágenes que utilizo no so...
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Pedido hecho por Kenny_1513 Espero que te guste ♡♡
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Hacía poco más de dos semanas que _____ había comenzado a trabajar en una tienda de juegos, gracias a su gusto por ellos y su experiencia en trabajos anteriores no le fue muy difícil conseguir el trabajo.
Aquel viernes por la tarde la chica salió corriendo de clase para llegar a tiempo al trabajo. Su profesora de química, como siempre, se cogió 15 casi 20 minutos más de clase.
<<¡Cómo la odio!>> aquel pensamiento pasaba por su cabeza al llegar agitada a la tienda ubicada en el centro de Tokyo.
Mientras tanto, Kenma llegó allí como otro día cualquiera sin saber que saldría con un nuevo crush.
Ojeó varios juegos para todo tipo de aparatos electrónicos, hasta que por fin se decidió por la nueva edición de Animal Crossing. Con el juego en las manos y la mirada puesta en las figuras de la tienda, se dirigió a la caja.
Al levantar la mirada y cruzarse con la chica encargada de la caja quedó boquiabierto. Ese preciso momento a Kenma le pareció de película, de fondo podía escuchar perfectamente Just a cloud Away mientras todo a su alrededor pasaba a cámara lenta.
Aquella manera de colocarse los mechones de pelo que caían por su rostro tras la oreja, dejando a la vista sus numerosas perforaciones, la sonrisa que le daba y por su puesto su mirada traviesa, no hacía más que ponerle nervioso.
- ¡Buenas tardes!- saludó y cogió el juego para cobrárselo al chico.
- Buenas tardes- Kenma se alegró por poder mantener la calma y no responder tartamudeando.
- Serían 5851.45 yenes.
El teñido le extendió el dinero, la chica lo tomó haciendo que sus manos rozaran y ambos chicos avergonzados apartaron la mirada.
- Gracias por venir... ¡Oh! ¡Vas a Nekoma!- exclamó después de darse cuenta del uniforme del chico.
- Si...
- Entonces, seguro que nos vemos por ahí- terminó con un guiño y una risita juguetona.
Kenma, no se esperaba para nada aquello y con un gran sonrojo en la cara, además de los nervios a flor de piel se marchó de la tienda. Pero antes le dio una última mirada a la chica.
