¡¡Pequeñas historias y no tan pequeñas , sobre tus personajes favoritos de Haikyuu!!
Adéntrate a esta historia, lo único que necesitas es un poco de imaginación.
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➪ Las imágenes que utilizo no so...
AU: Hanahaki Disease Es una enfermedad que nace de un amor no correspondido. Las flores crecen y florecen dentro de los pulmones de la persona afectada, lo que hace que tosa pétalos de flores.
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Sentada enfrente de aquel enorme ventanal, con la ropa típica de un paciente, ella recordaba todas las veces que Bokuto le había dejado su sudadera. Recordaba con un especial cariño aquel tres de diciembre.
Sus dientes castañeaban mientras intentaba de manera inútil darse un poco de calor abrazándose a si misma. Estaba ya dentro del instituto pero, aún así el frío calaba hasta los huesos y para ella la chaqueta no era suficiente.
Su madre le había advertido de aquel frío, pero ella como buena persona cabezota no hizo caso y solo se llevó un fina chaqueta vaquera.
- ¡¡______!! - el chico corría para poder alcanzar a su amiga y así darle los buenos días.
Llegó en un abrir y cerrar de ojos a su lado para pasar su brazo por los hombros de las chica.
Bokuto notó inmediatamente que ______ tenía mucho frío y se separó un momento de ella para así darle su sudadera.
- Póntela, así estarás más calentita - le extendió la prenda estampada que tenía pinta de ser muy cómoda y cálida.
- Pero tú te quedarás frío...
No quería que Bokuto se resfriarse por su culpa.
- ¡Yo aguanto bien el frío, de verdad! Sé que tú no, así que póntela - dejó la sudadera en los brazos de la chica mientras en su cara aparecía una gran sonrisa.
_____ se quitó la chaqueta y por encima del uniforme se puso la prenda de Koutarou. Le quedaba grande, le encantaba porque era súper cómoda y calentita pero sobre todo porque olía a él.
- Te ves genial con mi sudadera, incluso mejor que yo - Bokuto soltó una risita mientras seguían caminando a clase.
El pecho de la chica se llenó de una extraña sensación de calidez a la vez que se le subían los colores a la cara, tenía incluso las orejas rojas y no precisamente del frío.
- ¡Claro, que esperabas! - ella atinó a bromear un poco, a pesar de estar un tanto nerviosa.
Después de todo, no todos los días el chico que te gusta desde hace mucho tiempo te hace un cumplido.
