Capítulo IX.

945 137 60
                                    

El menor dormía plácidamente en aquella mullida cama, se sentía como dormir sobre una nube. Perezosamente abrió sus ojos estirando sus brazos hacia arriba, lo siguió un bostezo.

Miro hacia los lados y estaba solo, completamente solo en aquella habitación.

—¿Zhan? —pregunto esperando que le respondiera, pero nada paso. Se cubrió el rostro con sus manos— ¿Se fue mientras dormía, o simplemente soñé todo esto? —pensó.

La puerta de la habitación se abre, he ingresa Xiao Zhan con ropa diferente a la que traía el día anterior.

Hoy ocupaba un jean de mezclilla, en la altura de sus rodillas había una abertura, camiseta blanca, y una camisa abierta oversize a cuadros rojos de maga larga, nuevamente los traía recogidos hasta sus codos. El menor sintió que podría estar babeando en el momento en el que lo vio entrar, luciendo tan diferente de lo que acostumbra, siendo tan guapo.

—Estas despierto —dice cuando lo ve sentado—¿Cómo estas, cariño? —pregunta, haciendo sentir tímido al menor con el repentino apodo, ese apodo que creyó escuchar la noche anterior.

—¿No fue un sueño? —musita llevando un dedo a su boca para morder su nudillo.

—¿Qué haces? —pregunta al ver su gesto, luego se sienta a su lado—. Toma una ducha, iremos a desayunar al restaurante. Te compre algo de ropa para que te cambies, espero que te guste, es algo sencillo.

—Gracias, seguro me encantara. Te vez muy guapo así —dice mientras sonríe. Su voz se siente más rasposa de lo normal.

—Gracias por el cumplido. Me siento un poco extraño, hace muchos años no visto así, pero ¿te sientes bien?

—Sí, gracias. Solo tengo algo seca la garganta —dice algo apenado.

—Ve a ducharte. Tengo hambre, y también necesitas beber algo.

Yibo mira hacia los lados buscando la bata, pero no la ve, sabe que está desnudo, y en esos momentos siente algo de vergüenza. Sobre todo, porque sabe que su arrebato de la noche anterior lo puso en esta situación, sigue mirando hasta que se da cuenta que el mayor lo mira levantando una ceja, quizás preguntándose, qué hacía.

Entonces retira la sabana y se para denudo, pasa por el lado de Xiao Zhan y cuando lo hace recibe una palmada en una de sus nalgas.

—Zhan~

—¿Qué? Yo no fui.

—Jum —estira sus labios—, como si hubiera alguien más, ¿cierto?

—Ve a ducharte antes de que te de otra —Yibo sonríe y apresura el paso.

Tiempo después cuando sale del baño, Xiao Zhan sigue en la habitación, esta recostado en la cama revisando algo en su móvil. El menor sale con una toalla en su cintura y toma la bolsa de compras con la ropa.

Se pone el boxers que Zhan compro, un jean de mezclilla con pequeños rotos en sus piernas, una camiseta negra y una camisa oversize a cuadros azules. Al menor le encanta todo lo que ve, le parece muy lindo que haya comprado dos camisas de diferente color, pero que a la vez son la misma.

—¿Te gusta? —pregunta Zhan cuando lo ve ponerse la camiseta negra.

—Todo está genial, ¿Cómo sabias mi talla de ropa?

—Mire la talla de ropa que traías puesta.

—¡Ahh! ¿Te das cuenta que compraste dos camisas parecidas?

—Es que había promoción en dos por una —dice muy seriamente, sin apartar la mirada del móvil.

—¿De verdad? —Xiao Zhan lo mira y rola los ojos.

Irreversible.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن