𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐈𝐍 𝐏𝐀𝐋𝐀𝐂𝐄; 𝗌𝗁𝗂𝗋𝖻𝖾𝗋𝗍 [✔️]

Capítulo 4

LA INVITACIÓN

Anne

Negué con la cabeza-. No es por ahí, idiota.

-Haber, lista, yo vivo aquí desde que tengo memoria -rodó los ojos-. Y se por donde esta la salid...

-¿Gilbert, que haces aquí?

El rostro de Gilbert palideció por completo.

-¿Padre, no se encontraba usted en Italia? -cuestionó Gilbert con seriedad.

-Correcto. Pero el acordado fue antes de lo previsto y tomé el vuelo antes -explicó.

-Majestad -salude, el rey me miro de una manera que me dio hasta miedo-. El principe
me estaba ayudando a encontrar la salida.

Hubo silencio durante unos minutos, mi-nu-tos, que se hicieron eternos hasta que asintió con la cabeza.

-Esta bien -dijo al fin-. Gilbert, te quiero en el comedor en quince minutos.

-Claro padre -asintió el pelinegro.

Y cuando al fin se marchó, logré respirar de nuevo.

•

-¿Que tal el viaje? -preguntó Kevin mientras removía los tallarines con el tenedor, nervioso.

-Bien -contesto papá-. He conocido a un par de empresarios que tienen unas hijas que parecen respetables para el matrimonio, ¿aun no tienes ninguna pretendienta? -cuestionó hacia Kevin.

Mi hermano trago grueso y negó con la cabeza-. No, padre.

-Pues ya es hora -comentó el-. Cuando vayamos a Londres te presentaré algunas de ellas que también se encontrarán en la ceremonia.

-Bien -contesto Kevin.

El silencio se hizo presente y yo no pude aguantar más.

-¿Por que no me das la oportunidad de ir a Londres? Eso paso hace mucho tiempo, papá.

¿No te podrías haber callado?

El solo me mira un segundo, y devuelve la vista a su plato.

-Tu madre ya habló contigo. No vas a venir, es lo que tiene un mal comportamiento.

-Fue hace dos años -recordé.

-¿Y que? -bufo- No voy a dejar que vuelvas a dejarnos en ridículo por tus estupideces.

Apreté los puños bajo la mesa, tratando de aguantar las tremendas ganas de llorar que vinieron de repente.

Suspire, ya que, por mucho que dijera nadie me escucharía. Debía calmarme.

Pero por mucho que intente calmarme, ese dolor en el pecho que sentí no se iba a marchar.

•

Anne

-¿Tan raro fue? -cuestionó Di desde el otro lado de la línea.