No puedo dejarlo, me encanta

133 21 3
                                    

Llegaron a su casa, dejaron el cuerpo del tipo tirado en un basurero, o bueno más bien ella había dejado ahí el cuerpo ya que Ell no iba a hacer algo por ayudarla ahora mismo, seguía llorando y quería irse de ahí pero sabía que ella la alcanzaría y cualquier intento sería en vano.

Ahora Ell estaba sentada en el sofá mientras llenaba un vaso con agua, se acercó a ella para dárselo pero la de ojos miel negó.

— Vamos, no tiene nada malo... — Le acercó más el vaso, sin remedio lo tomó con cuidado y temblorosa, empezó a beber el agua de forma lenta.

Tori fue a la bañera para sacar su sudadera, ya estaba seca así que se la puso y volvió a la sala, para ver cómo Ell dejaba el vaso en la mesita de enfrente, se sorprendió ya que otro hubiera escapado, se sentó a un lado de ella pero la de verde se alejó discretamente.

— ¿Por qué hiciste eso...? — Murmuró por fin, no sabía que responder a aquella pregunta.

— No sé...

— Si sabes, Tori.

— ... — Tomó un respiro antes de hablar, ocultó sus manos en el bolsillo de la sudadera apretando sus manos en puños sin mucha fuerza. — Yo... Creo que lo hago por simple placer.

— ¿Por simple... Placer...?

— Me entretiene, me desestrezo de todo, es... Algo placentero.

— De todas las cosas que pudiste hacer para entretenerte justo eso tenía que ser. — Suspiró antes de responder aquello, le molestó ese comentario.

No supo cómo, solo ya tenía a Ell acostada en el sofá y la estaba tomando del mentón con una mano, apretaba algo fuerte haciendo que se notaran lágrimas en sus ojos miel, se estaba desesperando por pensar y pensar en lo que le había acabado de decir la chica.

— Prefiero veinte veces más ser una asesina que una violadora, asaltante o alguien corrupta. — Habló seriamente, viéndola con la misma forma, pero ella no tenía la culpa, tenía miedo, no quería estar en esa situación, no quería, estaba siendo jodida esa situación.

— S-Sueltame... — Sollozó con voz algo débil, estaba cansada de todo lo que había pasado en el día, y tanto llorar desde que mató al tipo ya le estaba dejando los ojos algo hinchados. La soltó lentamente, viéndola de forma triste y arrepentida, se acurrucó en el pecho de la peli café.

— Yo no quería esto... No recuerdo cuándo empecé... Yo... Enserio no quería esto... No quería convertirme en esto... — Ahora ella estaba llorando, Ell no sabía cómo reaccionar, de cierta forma se sentía mal pero aún quería mantener bien la cordura para no caer en alguna trampa.

Aunque esas lágrimas no eran falsas, realmente no quería ser una asesina, aveces no entendía por que le era placentero todo eso, solo no quería seguir siendolo. O talvez muy en el fondo sí quería seguir pero en esos momentos no se estaba dando cuenta de ello.

Levantó la mirada, viéndola aún con ojos llorosos y lágrimas recorriendo sus mejillas, Ell no supo que hacer más que acariciar su cabello un poco, viendo como se tranquilizaba de a poco.

— Eres la única persona con la que he hablado tanto... — Murmuró volviendo a acurrucarse en el pecho de la contraria, cerrando sus ojos intentando calmarse para no seguir llorando, no recibió respuesta, era obvio por qué. No quería hablar, no sabría que decir en esos momentos.

Fue una mala idea quedarse callada, pensó que no le había importado en lo más mínimo lo que acababa de decir, ¿No debería sentirse con suerte por ser la única persona con la que no sabe si es admiración o solo la quiere matar?

Seguía con esa duda, la admiraba por cómo era o... Simplemente la quería asesinar y ver la sangre brillante saliendo de su cuerpo.

Se acercó a los labios de la contraria lentamente, con los ojos entreabiertos, Ell estaba sonrojada pero no podía alejarse, tenía miedo y no es como si se pudiera mover sin tirarla de encima.

— Ell... — Susurró demasiado cerca de los labios de la chica, prácticamente rozándolos suavemente.

— T-Tori, deja de hacer es-eso — Se alejó un poco intentando que el roce parara, se fastidió por eso pero intentaba ser lo más paciente posible.

— ¿No te gusta? — Susurraba en voz baja pero parecía algo suave, Ell no supo qué responder.

Simplemente no le estaba gustando eso, para nada, si se dejaba era por el simple miedo de que le hiciera algo y lo más seguro es que ya no la dejaría irse.

Se estaba arrepintiendo de todo, de no haber corrido cuando tuvo la oportunidad pero estaba segura que Tori la seguiría si se iba.

Serial KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora