Asesinar en la noche

122 21 4
                                    

Suspiró, intentando no llorar ya que se había calmado.

Le dolió el corazón por no recibir respuesta, o por lo menos una respuesta que quería.

— Entiendo... — Se levantó, se dirigió a su cuarto sin pensar tanto, fue al cajón del tocador para sacar su cuchillo, estaba decidida, lo que quería con Ell realmente era, matarla, estaba segura de eso ahora mismo, no porque la odiara o algo, simplemente quería hacerlo.

Todo bien hasta que salió y no la encontró, no estaba en el sofá, se quedó en silencio para escuchar algún ruido que no fuera del exterior, mientras caminaba de forma silenciosa, había cerrado la puerta cuando entraron y las ventanas de su casa tenían protección de metal, Ell no podría haber escapado fácilmente.

Aunque bueno en algún accidente de fuego o algo ella tampoco podría salir pero, era ágil como para ser tan tonta y morir tan fácil, ¿No?

Se escuchó el golpe de un cajón en la cocina, fue rápidamente pero no encontró a Ell hasta que sintió una cuchillada en la cintura por detrás, se volteó algo rápido pero con leve dolor, sintió el golpe en la cara directamente.

Quejó, pasó una de sus manos por su cara, sintió dolor al contacto pero vió a Ell corriendo para intentar salir, no notó cuando cerró la puerta.

Se acercó corriendo, no pudo reaccionar a tiempo cuando ya le había encajado el cuchillo en la espalda baja a la chica, gritó de dolor, la apuñaló en esa parte varias veces escuchando más gritos hasta que vió el cuerpo sangrante de la chica caer.

— E-Ell... — Murmuró retomando consciencia de lo que acababa de hacer, y de a quien acababa de matar, y el problema en el que se metería porque Matilda probablemente ataría cabos y llegaría a la conclusión de que ella la había matado.

Miraba toda la sangre pasando por el suelo, se agachó sin importarle si manchaba su pantalón, la abrazó poniendo la cabeza de la contraria en su pecho, empezó a llorar viéndola, acariciándole el cabello.

Ya no entendía que había hecho, se había dejado llevar por el impulso de su enojo porque Ell no estaba cómoda con ella, se había enojado solo por... ¿Porque parecía no corresponder un sentimiento?

Estaba muerta, aún derramando sangre de su espalda, y se estaba manchando más pero no le estaba importando, solo veía sus lágrimas y cómo caían en la cara de la chica que le había gustado, porque, realmente, sentía que sí le había gustado, sus ojos miel que no volvería a ver, nunca.

— ¡¡ELL!! — Empezó a gritar desconsolada, soltando en un gran llanto mientras la seguía abrazando con fuerza como si eso fuera a regresarla a la vida, suspiró, talvez era un mal sueño demasiado realista, intentaba calmarse pero seguía gritando el nombre de la chica aún llorando.

No podía, simplemente, no podía seguir creyendo que realmente la mató, la tomó en brazos con cuidado, se levantó llevándola a su cuarto para dejarla acostada en la cama, quería creer que seguía siendo un mal sueño todo eso.

Se acostó a un lado para abrazarla, casi aferrandose, terminó cayendo rendida por todo lo que había pasado, aún sollozaba murmurando el nombre de Ell.

En otro lado, una chica de cuencas y una chica de cabellos naranjos estaban preocupadas, Ell no era de quedarse en otros lugares, si fuera eso les hubiera avisado en dónde se quedaría, aunque la más preocupada de las dos era Matilda.

— ¿Entonces la dejaste con la chica que no le tenía confianza?, ¿Enserio? — Murmuró en voz baja, la contraria estaba al borde del llanto por esa decisión, pero asintió con la cabeza temblorosamente.

— Si no aparece en un día vamos a ir con la policía, ¿Entendido? — Suspiró, la policía no la daría por desaparecida si no pasaba un día y no tenían noticias de ella.

— En-Entendido... — Vió como de iba a paso rápido, temblorosa, lo más seguro es que iría a llorar a su cuarto, y aunque ella también quería llorar las lágrimas no salían en ese momento, no sabía por qué, solo no salían, se abrazó a sí misma pensando en lo que había pasado con la chica nueva que conoció.

— Je... Nenita. — Intentaba reconfortarse en ese tema, no quería estar alterada por el momento y menos si Matilda estaba así, no podía haber dos alteradas con el mismo tema o se haría un lío.

Mientras tanto, Tori había asesinado al amor esa noche.

Serial KillerWhere stories live. Discover now