"OCTAVIA ES LA REINA QUE TIENEN. TU ERES LA REINA QUE NECESITAN"
Lo que debieron ser cinco años, se volvieron seis. Seis años desde que Lyanna había formado su perfecta familia, seis años desde que se había despedido de su antigua familia y el amor...
"Nunca olvides de donde vienes, nunca olvides tus raíces"
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Indra entró a la habitación de Octavia junto con otro guardia. Aunque ella estaba implicada en el estado enfermo de Octavia, la mujer la había llegado a querer como si fuera su propia hija, su propia carne y hueso, no quería que muriera al igual que el resto, pero también tenía que estar atenta que no despertara en el momento incorrecto.
—Llegas justo a tiempo—dijo Jackson, el medico, dándose la vuelta para ver a la recién llegada—. Estaba a punto de llamarte.
—¿Por que, algo nada mal?— preguntó rápidamente.
—No, todo lo contrario—Jackson fue hacia los monitores que controlaban los signos vitales de Octavia, con Indra en sus talones—. La diálisis esta funcionando. Su pulso se estabiliza. Esta despertando.
Indra trató de mantener una expresión neutral, estaba pasando exactamente lo que había que retrasar. Se suponía que las algas que había usado Bellamy en ella servirían al menos por otros dos días mas, suficiente tiempo para hacer el tratado y que todos fueran al valle.
—Octavia, hey Octavia, ¿puedes oírme?— Jackson trató de despertarla pero ella seguía inconsciente, la mujer con su respiración atrapada en la garganta veía los esfuerzos de Jackson por despertar a Bloodreina quien movió un poco la cabeza adormilada, abriendo poco a poco los ojos—. Octavia, hey, Indra esta aquí, también. Nos tenías muy preocupados.
—¿Indra?— Octavia preguntó con la voz ronca y cansada.
—Estoy aquí— Indra se movió yendo a su lado
—Indra, mi hermano me envenenó— la chica confesó, en sus palabras el dolor y la rabia. Indra y Jackson se miraron antes de que el hombre dijera;
—Yo me quedare a cuidarla. Tienes que arrestar a Bellamy.
—Me temo que no puedo hacer eso— Indra afirmó sacando una daga de su cintura y lanzándosela al guardia en la puerta, dándole en la cara, el filo clavándose en su ojo y cabeza. El medico rápidamente se dio la vuelta, yendo hasta la mesa y tomando una jeringa con un sedante, pero la guerrera siendo mucho mejor en combate le agarró la mano e hizo que él mismo se clavara el sedante en el cuello. Jackson cayo de rodillas y quedó inerte en el suelo. La mujer se dio la vuelta para ver a su antigua pupila que la veía oscuramente.
—Nadie saldrá de este cuarto.
—Dime porque— Octavia le pidió, sus ojos brillando con las lagrimas que se le acumulaban, viendo la traición de su mentora.
—Diyoza accedió a compartir el valle si nos rendimos.
—Rendirnos— Bloodreina dijo con asco—. Entonces no solo eres una traidora...también eres una cobarde. Me das vergüenza.
—Y tu me das miedo—la mujer respondió con honestidad—. En lo que te has convertido. Yo asumo la culpa por eso. Te deje ir demasiado lejos. El año oscuro nos quebró a todos.
