Dix-sept

1.4K 115 9
                                    

Timotheé

Después de que pude entender un poco más a cerca de las diferencias del mbti y el signo zodiacal, me sentía feliz. Aunque sabía que no podría durar mucho debido a mi trabajo y a el hecho de que la mitad de mis amigos viven en otro continente. Voltee a observar a Camille, quien lucia muy hermosa con una sonrisa de lado, podía ver que se la estaba pasando bien.

-Camille, ¿quieres ir a hablar a la cocina?-le dije susurrando en su oído.

-Seguro.-dijo con una sonrisa.

Nos paramos ambos al mismo tiempo del sofá en el que nos encontrábamos sentados, parecía que los demás estaban sumidos en la conversación que no se percataron de nuestra ausencia.
Caminamos un poco para adentrarnos a la cocina.

-¿de qué quieres hablar?-preguntó Camille

-El anillo, si lo llevas puesto.-dije sonriendo

Ella imitó mi acción y bajo su mirada a su mano en donde portaba el anillo.

-¡Claro!, es demasiado hermoso. Sería una estupida si no me lo pusiera.

-No sabía si dártelo, antes de que te diga el porqué de esto, quiero que sepas que no quiero forzarte ni presionarte, si no te gusta la idea, solamente dale el significado que tú quieras pero no te lo quites.

Ella dirigió su mirada a mi, se notaba confundida y probablemente asustada por no entender lo que trataba de decirle.

-Me gustaría...-hice una pausa suspirando y deseando que lo tomara bien.-Me gustaría que este anillo sea un anillo de promesa.-dije finalmente tomando sus manos.

-¿A-anillo de promesa?-dijo ella mientras el color de su cara cambiaba a uno pálido.

-Cielos, ya se que la mayoría de este tipo de anillos significan un compromiso matrimonial, pero no, tranquila. Por ahora la promesa de este anillo es que sin importar lo que pase, estaremos juntos.

-Entiendo... ¿por qué quieres que lo prometamos?, ¿temes que algo salga mal?-dijo ella volviendo a su color natural.

-Camille, realmente me gustas. Desde Marsella no he podido sacarte de mi cabeza, hice muchas estupideces, pero eres alguien increíble. Quiero que seamos algo, lo que tú quieras que seamos. Pero, si la distancia lo impide por un tiempo, el anillo promete que nos volveremos a encontrar.-explique mientras tomaba su mejilla.

-Me gusta esa promesa.-dijo ella sonriendo.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Camille

Me sorprendía demasiado que todo estuviera saliendo bien, solo había pasado un día desde que Timotheé me dijo lo del anillo. Mi humor estaba comenzando a apagarse, porque mañana es el cumpleaños de Timotheé y entonces tendré que volver a Marsella, está claro que no quería hacerlo. Con un poco de prisa seguí caminando por las calles de Nueva York, había salido a comprarle un regalo ya que pensé que encontrar algo que le gustara iba a ser más fácil si lo buscaba en el lugar donde creció, pero claramente no fue muy buena idea.
Estaba perdida y a la única persona que podría llamarle estaba seguramente en su trabajo.

Decidí venir sola porque si los chicos me acompañaban me hubiera sido aún más
Difícil encontrar algo, ademas que me hubiera dado vergüenza buscar algo detalladamente.

Estaba perdida y no sabía la dirección del hotel aunque sí su nombre, llevaba un celular y dinero, fácilmente podía tomar un taxi. Pero decidí tomarme mi tiempo, creí que al ser de mis últimos días aquí necesitaba conocer un poco más. Pase por un lugar que aseguraba tener café colombiano y pedí una taza. No era lo que prometía, pero tampoco estaba para ser muy exigente.

Después de caminar un poco más, ví una tienda de ropa o boutique que me daba las vibras del lugar donde trabajo en Marsella.
Decidí entrar para ver los artículos de recuerdo que vendían.

Una chica muy amable me atendió y me dijo:

-No eres de aquí, ¿verdad?

-No, soy de Francia.-dije con una sonrisa.

-Ah, sí, noté un acento, aunque creí que eras Italiana.-dijo riendo

-¿En serio?, ¡vaya!, no son nada parecidos los acentos.

-Bueno, no esperes que pueda diferenciar acentos chica, tengo prepa trunca.-dijo con indiferencia mientras encogía sus hombros.

-¿trunca?-dije confundida

-¡Ah!, perdón. Ya me han dicho que no debo decir palabras que los extranjeros no conocen, lo siento. Soy Mexicana, prepa trunca quiere decir que no termine mis estudios.-explicó

-Oh, vaya, ahora entiendo.

Luego de conocer palabras Mexicanas y comprar algunos recuerdos que tenían la típica frase de: I LOVE NY, me dirigí a un taxi que estaba estacionado cerca de donde yo estaba.

-¿puede llevarme al hotel InterContinental, por favor?

El chofer solo asintió y comenzó a conducir.

Al llegar al hotel me encontré con mis amigos y los amigos de Timotheé, Sophie y Leonor se acercaron a ayudarme con mis bolsas aunque solo eran pocas.

-Ah, gracias.-les dije con una sonrisa.

-¿Qué tanto hacías mujer? Tardaste mucho.-Dijo Dean mientras exageraba sus movimientos.

-Lo siento, quise conocer un poco más de Nueva York.-dije sonriendo

-Bueno, como sea. Queremos ir al trabajo de Timotheé, dijo que su papel es como del típico fuckboy y a qué no adivinas quien es la protagonista.-dijo Antoine muy emocionado. Pero yo negué con la cabeza, dándole a entender que no se me venía a la mente quien podría ser.

-Es...-quiso decirme, pero un Sam muy emocionado lo interrumpió.

-¡Es Saoirse Ronan!

BAD IDEA (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora