CAPITULO XX

85 15 3
                                    

*HYUN JOONG*

¡No puede ser!

¿Cómo se me pudo haber olvidado llamar a Saengie?

Ay, Uzoosin, me van a matar

De tantos dolores que me dejó el último concierto (muy intenso por cierto), tomé tantos medicamentos que sin darme cuenta me quedé dormido por tres días seguidos y no es como si ahora me sintiera mejor, al contrario, me siento como un zombie. Recuerdo que lo único que hice en estos tres días además de dormir fue responder a una llamada en la que solo dije: «Estoy durmiendo» y colgué. Ay, mi madre.

Salgo con mi albornoz de calaveras luego de un largo baño y antes de querer comer algo llamo a Saengie para hacer una videollamada. Y respondió. Estaba con Hong Ki y Jun. Bueno, la idea de pedirle disculpas quedará para otro momento.

—Hola, Saengie —Dije apenado y mi voz se escuchó ronca

¿Y esa cara? ¿Por qué te escuchas así? —Pregunta preocupado— ¿Estás bien?

—Sí, sí. Es solo que ya estoy hecho un viejo —Ki y Jun se rieron un poco y vi a Saengie haciendo un puchero con sus labios

Deberías descansar más.

—Ya quisiera que esta gira acabe —Y de repente estornudé— No puedo creer que pesqué un resfriado

Hyung —Habla Jun— Creo que tienes que quitarte ese albornoz de dudoso gusto. Puede que sea el que te tenga tan mal

—¿Quieres que me lo quite? —Sonreí de medio lado

Vi la expresión de inconformismo de Saengie y tragué saliva.

—Pero no puedo. Mi cuerpo no está para andar exhibiéndose por ahí y menos cuando le pertenece a Saengie

Ohhhhh —Gritaron esos dos y volví a estornudar

Ay, Hyun, ¿qué te hago?

—¿No matarme? —Sonrió— ¿No enojarte conmigo? —Le hace un gesto a Jun y a Ki con su otra mano para que se alejen

No estoy enojado contigo. Así que no tienes que esforzarte en hacerme sonreír —Mordí mis labios— No pasa nada si no me llamas, pero recuerda que me lo prometiste y me asusté, pensé que te había pasado algo y me dijiste que estabas durmiendo

—¿Eh? ¿Te dije eso?

¡¿Entonces a quien le respondí fue a él?!

—No debí haberte respondido de esa manera. De verdad, no estaba consciente de mis palabras

Ya, deja eso. Entiendo que estés cansado —Asentí sintiéndome mal por lo que hice

—¿Cómo va todo?

Uff, entre el drama de Jun y Min ya tengo suficiente. ¿Quieres que te lo cuente?

—¡Oye, Jun! —Lo llamé— No puedes alterar a Saengie, ¿lo sabes, verdad?

No seas tan duro con él. Tampoco se puede alterar

—Estoy haciendo el papel de hermano mayor. Shhh. Y ya me enteré de lo que hiciste

Ay, no. Tú también me vas a regañar. ¿Cómo fue que lo supiste?

—Min me llamó y te aplaudo. Lo hiciste genial. Se ve que aprendiste de mí. El día de su boda me encargaré de lanzarle florecitas —Se ríe a carcajadas

Hyun, no lo digas tan en serio que se puede hacer realidad

—Oye, incluso me voy a poner un collar de flores en la cabeza. Te lo juro.

¡Salud, Saengie!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora