Capítulo 17

220 28 32
                                    

―¿Podemos matarlo?

Preguntas de inmediato.

―Mm... para mí no sería mucho problema, creo.

―¿Crees...?

―Te contaré luego. Creo que de momento lo mejor es irnos de aquí. Busquemos a Aoi y al tipo.

―Bájame.

Hana seguía intentando soltarse.

―Si me disculpan, creo saber en qué dirección están.

La velocidad de sus pasos aumenta exponencialmente.

―E-, Eres muy rápido.

―Sensei es muy macabro en sus entrenamientos, te lo digo.

Él salta, patea un demonio y sigue corriendo.

―El hijo de su madre espera que yo rinda igual que él. Bastardo. Que se pudra.

Se detiene y mira los alrededores.

―Están aquí.

Miras sorprendida los alrededores.

Aoi y Neiichiro salen de detrás de unos árboles y se acercan corriendo a ti.

―¡Saeko-sama!

―¡Sae-chan! ¡Hana-san!

Zeli te suelta. Causando que caigas de cara al suelo.

―¡Oye!

Lo miras enojada.

Él descargaba a Hana bastante cuidadosamente.

Hana se aleja de él de inmediato.

―¿Tú...?

―Lo importante ―te mira con el ceño fruncido―. Creo poder encargarme del demonio verde, pero si lo hago cambiaré la línea el tiempo.

Lo último te lo susurra al oído.

―Así que evitemos eso y terminemos esto rápido.

Tragas saliva y asientes.

Con ayuda de Zeli, Hana, Neiichiro y alguna que otra de Aoi, en tres días más pueden pasar la montaña.

[ · · · ]

―Mañana es el límite ¿no?

Zeli se sienta en las raíces de un árbol de glicina y luego de suspirar habla.

―Se supone.

Le respondes al tiempo que te sientas junto a él.

Tu cuerpo dolía.

―¿No podías simplemente protegernos?

Miras con resentimiento al ahora albino. Por capricho suyo había puesto a pelear a todos, cosa que claramente no era necesaria.

―¿Mm? No los quiero malcriar, menos a ti.

―Mgh...

Frunces el ceño.

Neiichiro había caído desmayado hacía algunas horas y descansaba a la sombra del mismo árbol con Aoi cuidándole.

―Hana ¿no dormirás?

La de pelo plateado cabecea una vez, pero mira hacia Zeli y niega.

―No.

―Estás que te duermes, vete a dormir.

―No.

Él te mira.

―Hana-san ¿podrías dormir? Te doy gracias por cuidarnos, pero... estás cansada.

Tu y yo en Kimetsu no Yaiba [Mujeres]Where stories live. Discover now