Capítulo 45

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A pesar de todo el esfuerzo de la policía  no había rastro de Sonia ya hasta pensaban que no estaba en la ciudad, un boletín de desaparecida se envió a las ciudades cercanas pero nada parecía que se la hubiera tragado la tierra, y no estaban tan equivocados en una fábrica abandonada propiedad de Rafael estaba la chica. Encadenada a una cama sucia y mal oliente desnuda pero cubierta con una sábana rota y con mal olor, desde que llegaron a Magnolia la metieron en ese lugar que la asfixiaba por la falta de aire fresco, solo veía 4 paredes y la inmundicia que evidenciaba la falta de uso.

Sus carceleros solo iban a verla para darle algo de comer si era Rebeca, pero si era Fernando simplemente la violaba repetidamente, su aspecto físico era lamentable completamente demacrado, ojeras, piel pálida, había perdido mucho peso, tenía unos cuantos hematomas en el cuerpo debido a la brusquedad que usaba con ella. En las noches sufría de frio ya que esa sábana no la abrigaba lo suficiente y parecía que tenía fiebre, ya sus esperanzas de ser rescatada murieron desde el tercer día del secuestro ya no deseaba regresar a casa ya no, no así sentía que no era digna para volver con su familia se sentía tan sucia que solo pedía la muerte cada noche.

—Fernando ya déjala — dijo Rebeca al ver al hombre quitándole la sábana.

—No molestes!!! — dijo Fernando serio.

—Está enferma — dijo al encenderse un cigarrillo.

—¿Cómo? — dijo Fernando molesto y tocarle la frente a la chica — tiene fiebre!! – dijo molestándose más.

—Eso es porque no me dejaste traerle algo más con que abrigarla — dijo restándole importancia al asunto.

—No quiero dejar huellas — dijo al arrojarle la sábana nuevamente a la chica encima.

—Con esto no dejaras huellas — dijo Rebeca divertida al sacar un cobertor grueso de una bolsa — la saqué de una venta de cochera — dijo al ponerse unos guantes de látex — con esto estará protegida del frio y no habrán huellas — al decir eso se levantó y le quitó aquella sábana rota y le coloco el cobertor a la chica — además traje algo para su fiebre.

—Haces muy bien tus labores — dijo Fernando abrazando a Rebeca por la espalda y pasándole la lengua por el cuello.

—Espero ser bien recompensada — dijo sonriendo.

—Por supuesto que si — dijo al tenderla sobre la cama junto a Sonia — si te comportaras así te dejaría libre — dijo Fernando sonriéndole a la chica.

—Olvídala y ven — dijo Rebeca halándolo de la camisa para que se posicionara sobre ella.

Sonia sintió alivio al ver como aquellos dos se besaban y retiraban sus ropas, eso solo significaría que no sería abusada esa noche y al fin el frio que calaba sus huesos fue disminuyendo, así que solo cerro sus ojos ya que parecía que descansaría esa noche de alguna agresión, mientras los amantes descargaban sus ganas el uno con el otro frente a una exhausta Sonia que se dedicó a dormir.

Sofía estaba sentada frente a su abuelo quien le sonreía de manera agradable, habían sido muchos años separados y todo porque Fernando no permitía ningún contacto entre ellos, charlaban de lo más normal Sofía le conto muchas cosas a su abuelo tanto las buenas y malas, este no podía creer que su única nieta llegara a prostituirse cuando se fue con ese muchacho, pero la verdad ella quería comenzar una vida nueva y con ocultar su pasado no lo conseguiría, a pesar de las náuseas que sintió su abuelo ella fue muy honesta y se lo agradeció.

Me enamore de mi esposa - Adapt Juliantina G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora