volley

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Estabas llegando. A pesar de que ya llevabais 3 meses saliendo te seguías sintiendo nerviosa cada vez que ibas a verle. Quizás fuera porque la tensión que sentías desde la primera vez que lo viste seguía ahí. O quizás fuera porque era Baji Keisuke. El chico del que todas hablaban. El que hacía que todas las chicas se giraran cuando pasaba y cuchichearan entre ellas. El que se llevaba todas las miradas. Y él estaba contigo. A día de hoy no acababas de entenderlo, pero tampoco querías pensarlo demasiado. Era bueno contigo y te cuidaba y consentía. Solo había una cosa que note gustaba de él, y era lo poco que se pasaba de la raya. Mantenía demasiado las formas, suponías que porque no quería lastimarte ni obligarte a hacer nada que no quisieras, pero tú estabas deseando que lo hiciera. Querías que esa tensión que se formaba cuando lo veías en la parte baja de tu estomago desapareciera.

Con todos estos pensamientos en la cabeza llegaste a la calle donde residía Baji, pero antes de encontrar su portal te encontraste con un chico tan alto que tuviste que levantar la cabeza para poder encontrarte con sus ojos. Estos eran amables pero parecían algo divertidos al verte, así que decidiste sonreírle, lo que le sirvió como invitación para poder hablarte. La conversación fue corta, un par de frases en las que te preguntaba tu nombre y si eras de la zona, hasta que le dijiste que estabas ahí por tu novio. Se despidió de ti amablemente y un poco cohibido, pero le diste una ultima sonrisa sabiendo que ese no era el resultado que él esperaba.

Una vez desapareció de tu vista suspiraste y continuaste andando hasta llegar a la vivienda de Baji, que para tu sorpresa tenía la puerta medio abierta. Te pareció bastante extraño teniendo en cuenta lo cuidadoso que era con todo, pero decidiste no darle demasiada importancia, así que abriste la puerta del todo.

"¿Baji?", preguntaste mientras dabas un paso dentro, fijándote en que estaba todo bastante oscuro para la hora del día que era, "estás aquí?. Soy yo, la puerta estaba abierta".

De repente unas manos se posaron sobre tu boca no dejándote hablar ni casi respirar y una fuerza te arrastró contra la pared. Intentaste gritar hasta que en la oscuridad pudiste entrever una sonrisa que conocías perfectamente. Al ver que te calmabas quitó la mano de tu boca, dejándote así hablar.

"¿Baji? ¿Q- qué haces?"- intentaste sonar seria pero había algo en ti que no te dejaba.

"Quién era el chico con el que estabas hablando?"- te preguntó mirándote a los ojos fijamente. Nunca le habías visto así de serio contigo.

"¿Ese chico? No sé, no le conozco"-tragaste saliva- "Solo me lo encontré y me preguntó si vivía por aquí"

Baji seguía mirándote fijamente sin cambiar su expresión.

"¿Y te parece bonito hablar con un chico que no soy yo?"-dijo mientras acercaba lentamente su mano con la que anteriormente te había tapado la boca a tu cuello-"Acaso te gusta que los chicos te hablen?"

N-no...-no entendías la situación ni por que Baji actuaba de esa manera, pero no tenias tiempo para pensarlo ya que había algo que te atormentaba más, y era la sensación que estabas teniendo debajo de tu estomago de nuevo.

"No quiero volver a verte hablar con otro chico que no sea yo, ¿me escuchas?"-mirándole fijamente y sin saber que responderle decide apretarte el cuello provocando que pierdas momentaneamente el aire y que la sensación de debajo del estomago aumente.

Inconscientemente aprietas las piernas para que esa sensación amaine un poco, lo que produce un gran placer en ti y de tu boca se escapa un pequeño gemido que no pasa inadvertido para Baji. Abres mucho los ojos muerta de vergüenza y decides decir algo para cambiar la situación pero Baji no está dispuesto a ello. Se dio cuenta de que su juego de posesividad había funcionado contigo.

Mientras te miraba, colocó sus manos a cada lado de tus caderas y en un rápido movimiento estabais en el salón , donde te sentó en su regazo, mientras sus palmas presionaban contra tu pecho donde solo podían escucharse los rápidos latidos de tu corazón.

"Baji..."

Sin hacerte caso desliza su mano por tu vestido, serpenteando alrededor de tu cintura y subiendo lentamente hasta que su mano encuentra un camino hasta tu nuca y aprovechando tu estupor, te da un beso. Fue un beso tierno, casi no lo sentiste, pero fue diferente a todos los que te había dado anteriormente. Se sentía como si fuera el último beso dulce que ibas a recibir en mucho tiempo. Y en ese momento no te diste cuenta de la gran razón que llevabas.

Sin dejar de mirarte fijamente, sentiste como sus manos vagaban hacia abajo lentamente para agarrar tus muslos antes de levantarse de la incomoda silla en la que se había sentado y moverse apresuradamente hacia uno de los sofás, recostándote sobre tu espalda antes de colocarse entre tus piernas.

Baji se inclina sobre ti, toma tu rostro con su mano grande y callosa y te acaricia la mejilla con el pulgar. Su voz es suave pero firme.

"Eres mía. Lo sabes ¿no?

Con los ojos muy abiertos asientes.

"Dilo. Di que eres mía"

"Soy...- tiemblas mientras sientes su mano rozarte los labios-soy tuya"

"Bien"-dice acariciándote la mejilla dulcemente-"Pero voy a tener que castigarte para que te quede claro"

Rápidamente abre tus piernas para colocarse mejor entre ellas y se coloca encima de ti. Tu respiración se vuelve irregular cuando ves sus colmillos asomarse en una divertida pero salvaje sonrisa.

"Voy a hacer que ruegues por mi polla. Que estés tan desesperada por ella que no seas capaz de gemir otra cosa que no sea mi nombre. Así aprenderás que eres mía y que solo yo puedo tocarte".

Ruega por mí [BajixReader +18]Where stories live. Discover now