Notitas [n1]

cien

Y por fin, después de 32 años, Samantha -corrección, Sam- y Calvin contrajeron matrimonio. Todo en un 28 de marzo, hacía un clima precioso y era un lugar hermoso. Sam iba con un clásico vestido blanco de encaje, su oscura melena recogida en una trenza cruzada, y con una sonrisa y brillo en sus ojos realmente bello. Calvin, el novio, vestía un traje negro sencillo y elegante. Pero su mejor accesorio fue las lágrimas que se deslizaron por sus mejillas al ver a Sam. Los votos de ella fueron los siguientes:
« Prometo ayudarte, a amar la vida, a tratarte siempre con ternura y tener la paciencia que se requiere, hablar cuando sea necesario y a compartir el silencio cuando no, a estar de acuerdo sobre lo que cenaremos y a vivir en la calidez de tu corazón que siempre será mi hogar.»
Sam bajó su servilleta y lo miró con ternura. Él respondió:
« ¡Uy! ¡Ahora yo tendré que lucirme! ¿Escribiste los votos en un una servilleta? »
Ella asintió y él siguió.
« Prometo amarte apasionadamente, en todas las formas ahora y para siempre, prometo nunca olvidar que este es un amor para toda la vida y saber siempre que en lo profundo de mi alma, no importa que nos pueda separar, siempre nos volveremos a encontrar el uno al otro como lo hemos hecho todo este tiempo. »
« ¡Eso no es justo » puso los brazos en jarras « tus votos son hermosos porque eres escritor. »
Le sonrió con dulzura.
« Te equivocas, cariño. Mis votos son hermosos porque son para ti. »

Y la besó para declarar oficialmente que era suya y él era suyo.