Capítulo 24: Efforts and Rewards

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Fiel a su palabra, Ron empezó a pasar más tiempo con Harry. Incluso bajó al entrenamiento del miércoles por la noche y lo observó, y luego arrastró a Harry a una conversación posterior al entrenamiento con Jason Wilkens, el nuevo cazador, sobre el próximo partido con Ravenclaw. Entre su compañía y la de Hermione, los días siguientes no fueron tan horribles como Harry había previsto.

El jueves por la mañana, Harry recibió la carta que tanto temía de Sirius. Para su sorpresa, llegó con un paquete desordenado, casi globular. Ron se inclinó hacia él.

-¿Crees que explotará?-.

-Gracias, Ron-.

-Prueba la carta, Harry-, sugirió Hermione.

Harry respiró profundamente. No era roja, de todos modos. La abrió.

Harry,

Me he calmado, en su mayor parte, así que voy a intentarlo de nuevo.

No puedo afirmar que no me emborraché algunas veces a tu edad, o que nunca hice cosas peligrosas. Espero que lo sepas. Pero las veces que me las arreglé para conseguir una botella de algo fuerte, la compartí con James, o Remus, o James y Remus y Peter, y no fuimos más allá de la distancia a pie del colegio. Y por eso, ninguno de nosotros -en aquel entonces- era el objetivo personal de magos oscuros megalómanos. Tienes la edad perfecta para la imprudencia, y no espero que seas sensato, pero lo que hiciste fue más que una idiotez.

No dejes que Dumbledore te convenza de que no puedes sobrevivir a lo que tienes que hacer. Me encargaré de que lo hagas, aunque tenga que recibir una maldición por ti. El mundo te debe unos años normales cuando todo esto termine.

Snuffles

P.D.: Me he enterado de tu castigo. Debes estar aburridísimo. Aquí hay algo para divertirte. Se puede teclear hasta cinco jugadores o equipos y no romperá nada si lo usas dentro de casa.

Harry desenvolvió el paquete en la Sala Común de Gryffindor después del almuerzo. La pelota encerrada flotaba a un metro del suelo cuando Harry la soltó. Cuando se acercó para cogerla, salió disparada varios metros más arriba.

-¡Oye!-.

Un alumno de séptimo año saltó y la hizo pasar por delante de él.

-¡Mantenlo alejado de las ventanas!-.

En respuesta a la estridente orden de Hermione, el de séptimo año se rió. -Las bolas de batalla casi siempre tienen encantos antirrotura. ¿Jugamos un partido?-.

Bajaron a Cuidado de Criaturas Mágicas con mucho ánimo. Hagrid llevó a la clase un corto trecho hacia el Bosque Prohibido para presentarles un Bowtruckle y familiarizarlos con lo básico para pedirle una pequeña cantidad de madera de su árbol protegido.

Harry, Ron y Hermione entraron juntos en la clase de Pociones, riéndose de la forma en que la diminuta criatura había saltado ferozmente hacia Lavender cuando ésta le había dicho que necesitaba la madera "para salir de esta estúpida clase, ramita idiota".

-¡Harry!-.

Al oír el saludo, Harry se detuvo en el pasillo, haciendo que Ron chocara con él. Draco le hacía señas para que se acercara. -Te he guardado un asiento-, le dijo.

Harry fue muy consciente de Ron, que permanecía inmóvil a su lado. Hermione le tocó brevemente el brazo.

-Nos vemos más tarde-, dijo Harry, convirtiéndolo en una promesa lo más casual posible. Los dejó y se acercó a Draco.

Cuando Harry se hubo sentado, Draco se inclinó hacia él. -Está todo listo-, susurró. -Snape ha convencido a papá para que me dé más caña con ustedes-.

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