Capítulo 51: Pushing It

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-¿Realmente necesitabas entrar a la cena tomados de la mano?- preguntó Ron, como si el recuerdo le doliera.

Harry se encogió de hombros. -Me hizo sentir mejor-.

-Te estás buscando problemas, ¿sabes?-.

-Lo siento. Es que... es lo que quería-. Harry no podía explicar cómo había necesitado esa conexión con Draco esa noche. Ni siquiera quería intentarlo, porque Ron le diría que no debería estar con alguien que le hiciera sentir así, y él no sabría cómo discutir el punto. Él mismo estaba demasiado confundido. -De todos modos, me ha preguntado si tú -(bueno, sobre todo Hermione, pero tú también estás invitada)- te unirías a nosotros para un almuerzo de picnic mañana-.

Ron se quedó mirando. -Estás bromeando-.

-No. Dice que echa de menos a Hermione-. Harry sonrió. -Y me temo que tiene demasiada cría para invitar a la mitad de una pareja. ¿Crees que puedes volver a ser educado?-.

-Entonces, ¿qué vas a hacer en verano, Draco?-.

Ron puso los ojos en blanco ante la pregunta de Hermione. Parecía que aún no podía creer que estuviera aquí. Como consuelo, tomó un bocado de pastel de cerdo.

Draco trasladó una rebanada de salmón a su plato. -Me quedo aquí, por supuesto. Mamá está fingiendo que vacila... en realidad, está esperando su momento hasta el juicio-.

-Pero estarás en el juicio, ¿verdad?-.

Ante la pregunta de Hermione, Draco levantó la vista y se encontró con los ojos de Harry. -Sí, por supuesto-.

-Nos reuniremos antes de que empiece-, dijo Harry, observando a Draco en busca de confirmación.

-Un día por lo menos-, aceptó Draco.

-¿No te echará de menos tu madre?- preguntó Ron. Pareció darse cuenta de que era una mala pregunta en cuanto la dijo. Harry lo vio meterse más pastel en la boca y tener problemas para masticar.

-Por supuesto que no-, dijo Draco con ligereza. -A mamá le encanta viajar-.

-¿A los demás Slytherins les molesta que vivas con Snape?- preguntó Hermione.

Draco se encogió de hombros. -A tanta gente le molestan tantas cosas que es bastante difícil identificar qué guía a quién-. De nuevo, miró a Harry, y esta vez éste alargó una mano y la rozó contra su brazo.

-No me digas-.

-¿Y tú, Hermione?- Preguntó Draco amablemente. -¿Algún plan de verano?-.

Hermione se animó.

-Estaré trabajando con Quintona Myers, ¿puedes creerlo? Tengo un puesto de aprendiz ayudando con las estadísticas de investigación sobre las influencias fontagráficas en la construcción rúnica-.

Los ojos de Ron se abrieron de par en par en una especie de respuesta de pánico. Harry estuvo tentado de decirle que sonriera y asintiera, pero fue cortado por un bufido de Draco.

-Mejor tú que yo, digo-.

-¡Myers es brillante!- protestó Hermione.

-Por supuesto, pero estarás midiendo serifas hasta que te quedes bizco-. Draco le guiñó un ojo a Harry. -Y ya sabes mi opinión sobre el trabajo-.

Poniendo los ojos en blanco, Hermione se inclinó para tomar otro canapé. -Sí, la conozco. Te parece perfectamente bien, mientras nadie lo note-.

-Nadie que no sea superior a mí, en la práctica-, corrigió Draco alegremente. -Quiero decir que Severus debe pensar que estoy trabajando terriblemente duro en todo momento-.

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