Capítulo 4 "La sospecha de Mía"

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- ¿estás bien? - 

Me gire y vi que era Iván, respire y asentí con la cabeza, él se acercó y se sentó junto a mí

- pues no lo parece – sus intensos ojos se clavaron en mí y yo me sentí extraña, era como nervios pero que no provenían de él

- estoy bien, solo algo… cansada – dije lo que me pareció lógico en ese momento

Él me observa y sonríe

- sí, la escuela puede ser dura el primer día de clase, sobre todo si eres nueva – 

Yo sonreí, me alegro que se esforzara por entenderme y también que me creyera y no me siguiera mirando tan fijamente.

A lo lejos escuchamos la campana, Iván se levantó y dijo mirándome con una sonrisa extraña

- nos vemos en clase –

Por alguna razón sigo sintiendo nervios, Iván se marcha y busco con la vista por si hay alguien más cerca que pudiese estar reflejándose en mí, pero no había nadie, lo que me resultaba aún más extraño

Volví a clases y me di cuenta de que Mía estaba más tranquila, tenía que hablar con ella y disculparme por haberla dejado sola, de alguna extraña forma me sentía mal por haberlo hecho

Después de terminado el colegio me sentía muy bien, mi primer día de vida había sido fantástico, todo era tan nuevo y diferente que me fascinaba, me encontraba en la salida cuando veo a Iván

- hola Tresa –

- hola – respondí a su saludo sonriendo

- ¿estas mejor? – 

- sí, supongo – respondí nerviosa

- tranquila te acostumbraras a este infierno – dijo sonriéndome

- ¿infierno? Este lugar es genial, si vieras mi mundo… -

Iván me observo como intentando entender lo que acababa de decir, otra metedura de pata, ¿Cuándo aprenderé a controlar mi bocota?

- ¿tu mundo? - 

- si… eh… -

En ese momento, llega una chica pelirroja de ojos azules y cara pecosa muy bonita, se cuelga del cuello de Iván y le da un beso en los labios, me quede un poco sorprendida

- hola amor, te extrañe mucho hoy – dijo con voz de niñita sin notar aún que yo estaba presente

 - Hola Bere, pensé que te vería en casa – señalo Iván descolgándosela del cuello

- es que no aguante más las ganas de verte – contesto con voz coqueta

Iván carraspeo la garganta y entonces la pelirroja se dignó a mirarme

- ¿y esta quién es? – pregunto mirándome de arriba abajo con indiferencia, pude sentir que no le agradaba mucho mi presencia

- soy Tresa – respondí a su pregunta con la sonrisa más amable que su reflejo me dejo hacer

- Tresa es nueva en el colegio – recalco Iván 

Ella me seguía mirando y noto que su indiferencia y molestia hacia mi aumentaban

- soy Berenice, la novia de Iván – dijo con una falsa sonrisa

Su novia, por alguna razón desconocida comencé a sentir una especie de celos, no estaba entendiendo nada porque no provenían de Berenice, pero tampoco veía a nadie lo suficientemente cerca como para que el celo se manifestara por encima del reflejo emocional de la pelirroja

- vámonos mi amor, tenemos mucho que hacer – Berenice tomo a Iván de la mano con orgullo y empezó a jalarlo para que la siguiera

 - nos veremos mañana Tresa – dijo como pudo y yo sonreí

Estaba muy confundida en ese momento, ¿Qué rayos estaba ocurriendo conmigo? Me quedo viendo como Iván y Berenice se alejan hasta que escucho una voz conocida detrás de mí

- no deberías estar tan cerca de él – Mía venía con su mochila y se detuvo justo a mi lado

- ¿Qué quieres decir? – pregunte ante sus palabras

- Iván no es un buen chico Tresa, debes tener cuidado si no quieres problemas con Berenice – advirtió mirándome para que supiera que no estaba jugando

- vale – 

- por cierto ¿estás bien? Te fuiste de repente y no entendí nada – 

- sí, perdóname, pero es que me sentía realmente mal, no quería dejarte sola – me justifiqué como pude

Mía no era tonta y sabía que algo estaba pasando conmigo, además podía notar su curiosidad y su desconfianza.

- ¿estas mejor tú? – pregunte para desviar el tema

- sí, supongo que las heridas aún son muy profundas – suspiro 

- deberíamos distraernos – sugerí antes de que Mía se volviese a deprimir, creo que no aguantaría otra escena como la de esta tarde

- tienes razón y conozco el sitio perfecto – dijo sonriendo

Mía tenía muy buena energía, mi experiencia como su reflejo fue una de las mejores, su alegría y ganas de pasársela bien eran muy contagiosas

Salimos del colegio junto a otras dos chicas, Susan y Carolina, las amigas de Mía, también eran bastante divertidas, Susan era la más vanidosa de todas, pasaba casi todo el día frente al espejo admirándose a si misma, Carolina era todo lo contrario, aunque si se preocupaba por su aspecto no era tan intensa como Susan.

Las cuatro fuimos a un hermoso lugar, cuyo cartel ponía cafetería Love & Music, yo estaba extrañamente emocionada, me concentré y vi que no provenía de ninguna de mis acompañantes, aunque a mi alrededor había muchas personas, así que no le di tanta importancia. 

- bienvenida a nuestra cafetería favorita – dijo Mía mientras nos sentábamos en la segunda mesa cerca de la barra y de un pequeño escenario donde tocaba una banda

- todo es magnífico – dije completamente emocionada, era una sensación indescriptible que no tenía una fuente, pero su fuerza me abrumaba

- pidamos chicas – invito Susan

- yo pediré una malteada de fresa – expreso Carolina

- yo un capuchino y una magdalena – señalo Mía

Todas me observaron esperando por mi pedido

- ¿Qué? – estaba algo confusa

- ¿no vas a tomar nada? – pregunto Mía con su maldita curiosidad floreciendo

- no, no tengo sed – respondí tranquila

- Vamos, ¿ni siquiera un café? – insistió Susan

Negué con la cabeza y todas se quedaron confusas. La banda comenzó a tocar y sentí algo que me subía y bajaba por todo el cuerpo, una sensación impresionante de emoción mezclada con fascinación

- esto es impresionante – dije sin apartar la vista del escenario

- oye ¿estas llorando en serio? – pregunto Mía asombrada

Me toque la mejilla y vi que estaba húmeda, mire alrededor, pero todos estaban sonriendo y bailando, era imposible, me levante corriendo y fui al baño de chicas, al entrar vi un enorme espejo que cubría toda la pared del baño, ¿Qué demonios estaba pasándome? Al mirar el espejo no había reflejo, aparecieron tres destellos y el espejo colapso en miles de fragmentos, caí al suelo agitada y sentí otra presencia, al ver hacia la puerta Mía lo había visto todo

Al salir del espejo (BORRADOR)Where stories live. Discover now