Epílogo (sin corregir)

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                                             Epílogo

 

Estaba en la habitación de Mérida, su madre se iba a mudar y yo la estaba ayudando con las cajas más unos cuantos señores. Elinor dijo que ya no tenía nada más que hacer en Buenos Aires y se iría a terminar sus estudios como no pudo hacer anteriormente. Yo sólo observaba, en unas semanas me voy a Jael, la prestigiosa universidad que tanto mis padres quieren que valla. No quería dejar todo ésto, sentía como si me estuviese alejando de Mérida, es que... todo estaba aquí, ella era todo ésto.

En la habitación había fotografías, me acerqué al mueble en el que guardaba su ropa, había una foto de ella cuando era pequeña, sonreí con nostalgia, agarré la foto y la observé... te extraño mucho, Mer. Deberías de saber la falta que me haces ahora mismo. Necesito tus consejos, necesito que me hables, que me apoyes, que me abraces, que me subas el ánimo como sólo tú puedes hacerlo. Es tan triste que te hayas ido... ojalá pudiese tenerte aquí ahora.

  Dejé la foto arriba del cajón y agarré la caja donde pondría la ropa de Mérida, Elinor dijo que iba a donarla, me parece algo muy lindo de su parte. Me gustaría hallar una forma de ver ésto con positividad, pero no encuentro ninguna ¿Cómo hacerlo? Ella era mi todo, no había razón para que me la quitasen así. Dejé la caja en el suelo y comencé a abrir los cajones sacando la ropa. Vi cada una de las prendas y recordaba las veces que las usó. Su pijama, sonreí al recordar esa vez que salió al parque así. Lo dejé en la caja. Vi el vestido que usó para la fiesta de Jack. Sonreí nuevamente y lo dejé en la caja, éste proceso se repetía con cada remera, pantalón y vestido que encontraba. Vi derrepente el traje de enfermera, recordé cuando se lo puso y logró derretirme por completo, uno de los mejores días de mi vida. Ese traje lo dejé a un lado, no creo que alguien quiera eso. Me quedé viendo los jeans que se puso antes de que la operaran, ahí me deprimí, pero no dejé que ninguna lágrima saliera de mis ojos, simplemente lo dejé en la caja y seguí separando la ropa.

  Cuando terminé me fijé su escritorio, no vi nada importante sobre él, hasta que abrí el cajón, vi el collar que le había regalado, ahí estaba la foto en forma de corazón, lo saqué de ahí y entre mis manos lo observé, unas lágrimas se escaparon sin permiso. Apreté con fuerza el collar y lo guardé en el bolsillo de mi campera, iba a cerrar el cajón pero me percaté de que había un papel en él, lo miré confundido y con curiosidad, lo agarré con cuidado, estaba doblado en un cuadrado y decía "Hiccup", Mérida debió haberlo escrito antes de... Lo abrí y comencé a leerlo, para ello me senté en la cama.

     "           Hiccup:

 Hola, lo siento, de verdad no soy buena escribiendo cartas ¿Cómo se supone que debería empezar? —reí—,  no lo sé, pero aquí voy... estoy tratando de decirte más o menos lo que siento... lo sé no debí decir eso, pero hay que ser sinceros, quizás ni siquiera entiendas mi letra, soy un desastre lo sé —volví a reír—, pero voy a intentarlo ¿Si?

  Hoy en la mañana me van a operar, tengo miedo, mucho miedo, no sé lo que valla a pasar, pero aún así sigo teniendo fe en sobrevivir, no creo que me aparten de alguien como tú. No sé, por las dudas quería escribirte ésta carta, jamás fui completamente sincera con mis sentimientos, ni siquiera fui muy expresiva, por eso siento que te lo debo.

  Hiccup; te conocí como a cualquiera, sin buscar nada, y terminé queriéndote como a nadie encontrándolo todo... Quiero decirte que fuiste, eres y serás por siempre el amor de mi vida, no me importa si me hieres o no, si muero o no, lo que sea que el destino nos tenga preparado lo aceptaré.

  Recuerdo cada instante nuestra felicidad juntos, fue todo tan mágico... Fue mágico cada uno de nuestros besos, de nuestros silencios, de nuestras miradas, de nuestro dormir juntos, todo mágico.

Mericcup: 365 Días para NO enamorarme. (Corrigiéndose)Where stories live. Discover now