La audición de nuestras vidas|Thomas Sangster Y Tu

Fotos y recuerdos.

 —_______, yo... Sólo...- suspira - Perdona si dije algo que te molestó —ya estamos al frente del edificio y se me ocurre una gran idea.

—No pasa nada. ¿Quieres subir? —señalo hacia arriba con desdén. 

—Hoy no puedo. Tengo que hablar con mi padre. Pero que te parece... ¿uno de estos días ir a tomar un café?

—Me gusta tu idea.

 — Préstame tu celular — ¿Para que iba a querer Kaya mi celular? — Así te anoto mi numero—  claro, tonta. ¿Para que va a querer tu teléfono? Sí que eres tonta _____.

— Oh, sí claro.— le tiendo el celular - Pásame el tuyo así anoto el mío — me tiende su celular.

—¡Oye!

 —¿Sí? —¿por qué grita?

—Necesitamos una foto para el contacto - dice.

—Claro, espera —salgo de su Camaro y me dirijo a la a la ventana que está a su lado. Me coloco a su lado y Kaya dice: —  Espera, tienes el maquillaje corrido — me tiende un pañuelo — Límpiate — después de limpiarme y que Kaya comprobara que estaba todo bien, nos tomamos varias fotos y acordamos juntarnos otro día. Subo a mi departamento.

—Hogar dulce hogar—digo mientras cierro la puerta. Después de media hora mirando a la nada, decido darme un baño. Una vez que regulo el agua entro. Disfruto cada gota que recorre mi cuerpo mientras tarareo una canción que escuché en la radio del coche de Kaya.  Alguien toca la puerta Esperen,  ¿la puerta del baño?

—__, ¿estás bien? —  es Dylan. Me había olvidado que tiene una copia de la llave.

—¡Sí Dyl! ¡Ahora salgo, me estoy bañando!— grito. Oh no. Mi ropa está en la habitación. Oigo los pasos de Dylan y luego voces. Genial. Dylan está en mi habitación. Termino de bañarme, me envuelvo en la toalla y antes de salir me miro al espejo. Tengo los ojos hinchados. No quiero que sepa que lloré. No tengo ganas de hablar de eso. Salgo del baño y me dirijo a mi habitación. Cuando entro Dylan está sentado en mi cama y tiene unos papeles alrededor. Oh, no son papeles. Son fotos. Entro y él  se me queda mirando. Lo miro creo que... ¿Eso es baba? Oh Dios mío ¡Dylan está babeando! ¡Estoy en toalla! Me miro y me fijo si no es nada fuera de lo normal. Lo vuelvo a mirar. Tiene su boca tan abierta que en ella se forma una perfecta "O". A este chico se le va a caer la mandíbula.

Dylan

Después de que __ se fuera me sentía mal y sobre todo culpable. Yo me tendría que haber quedado con ella y no ir a la "supuesta charla", que por cierto lo único que dijo fue: "La película se empieza a rodar en un mes" . Y cuando la voy a buscar Kaya me dice que no la encuentra y está con Thomas <<¿Qué hace Thomas con ______?>> pensé. Y para terminar mi fantástica mi tarde no la puedo llevar a casa ya que se va con Kaya. Soy un pésimo mejor amigo. Debe odiarme.  Después de ir a supermercado a comprar Nutella, unas cervezas y muchas golosinas para _____, me dirigí a su casa. Cuando llegué abrí la puerta ya que tengo una copia de la llave de su casa, que por cierto es genial ya que siempre que le pasa algo y no me quiere abrir o se enoja conmigo puedo pasar tranquilamente. Al entrar busqué a ____ por todos lados y vi que no estaba. << Se debe estar bañando>> Pensé. Y antes de llegar a la puerta escuché que _____ estaba cantando. Me reí . No la escuché cantar después tercer grado de secundaria. Nos pidieron que cantemos la canción que más nos guste a todos. Ese mismo día Allison, una chica que odiaba a ____, (nadie supo nunca por qué hasta que la dejó de odiar) llenó una cubeta de gusanos y se los tiró en la cabeza a _____. Le dio tanta vergüenza que había salido corriendo y llorando fuera de la clase. La profesora nos mandó a todos a buscarla pero nadie la encontraba. Y luego, nos mandó adentro del aula con la excusa de que ya volvería pero yo la convencí de quedarme a buscarla. La encontré arriba de un árbol, llorando mientras tenía la mirada perdida en la nada misma.

"When your dreams all fail

And the ones we hail

Are the worst of all

And the blood's run stale"

Escuché su voz y noté que esta triste. Me sentí mal por ello porque yo estoy cumpliendo mi sueño y ella no.

—___ , ¿estás bien? —pregunté. <<Ya la cagaste O'Brien. Ella no tenía que saber que estabas aquí>> Oh gracias conciencia,  no me había dado cuenta.

—¡Sí Dyl! ¡Ahora salgo, me estoy bañando! — Decidí irme a su habitación.  Cuando llegue vi una carpeta arriba de un escritorio que decía "Dylan y yo". Sonreí como tonto al pensar que ella había puesto nuestros nombres en un corazón gigante y una foto de nosotros cuando íbamos a la escuela de teatro a los siete años. Guau. ¡Mi cabello! Parece un casco de PlayMobil. Desde ahí nos volvimos inseparables, aunque...nunca me animé a decirle lo que siento por ella. Al abrir la carpeta vi fotos de los dos juntos abrazados, tirándonos cosas, en nuestros cumpleaños...Pero la que más me gusto una en la que tengo a ______ en mis brazos cargada como una princesa mientras ella está besando mi mejilla y con su otra mano está explotando un globo lleno de agua en mi cabeza. Yo tengo una sonrisa tan grande que parece que mis cachetes van a explotar. En lo que yo sonrió, ____ entra por la puerta con todo su cabello mojado y con una toalla que marca cada parte de su cuerpo. No encuentro ninguna imperfección. Realmente mi mejor amiga es perfecta. No sé cuánto tiempo me quedo viéndola, aunque mi cara debe ser patética. Veo que _____ se mueve hacia un costado y toma algo en sus manos. Una fuerte luz me ciega y luego no veo nada. Lo que sé es que una gran almohada aterrizó en mi cara y ____ se ríe como loca.

—¡Se te cae la baba O'Brien! —  me dice aun riéndose. Salgo de mi trance y sacudo mi cabeza mientras paso mi mano por mi cara y compruebo que es verdad. Tengo saliva cayendo por mi cara. 

Luego de que me echara de su habitación para poder cambiarse, busco platos y pongo los dulces, las cervezas y la Nutella en una bandeja. Voy a su habitación ya que la televisión está allí. Mientras ____ empieza a buscar películas en su armario de "libros y películas", como le gustaba decirle, yo acomodo los cojines en mi cabeza y miro a _____,  que tiene "Spiderman" en sus manos. Le sonrío y asiento mientras ella se da vuelta a poner la película.

Mientras mirábamos la película creo que nos tomamos como dos cervezas y media cada uno. A la media hora nos pusimos a cocinar pizzas. Si eso es cocinar, claro.

_____ 

Dylan se ha tomado como dos botellas de cervezas completas y según él yo igual. Aunque yo simplemente las dejaba a un costado ya que no tenía ganas de beber. Tenemos hambre, así que nos ponemos a cocinar. Pero digamos que no nos fue demasiado bien ya que Dylan en serio estaba medio ebrio. 

— Oye Dyl, tengo hambre — susurré. Mi estómago rugía.

—Yo igual, princesa— me dijo arrastrando las palabras. 

—¡Pero si te has comido todas las gomitas!  —dije en un tono medio grito medio riéndome.

—¡ No es mi culpa que sean tan deliciosas! —Reí echando la cabeza hacia atrás.

—  ¿Qué tal si cocinamos pizzas?

— Si tú dices, chica gomitas — dijo y se paró de la cama dejándome ahí y yendo para la cocina mientras que en el camino se lleva puestos muebles, sillas y paredes.

Estoy haciendo la masa para la pizza, cuándo siento un líquido frió y espeso que cae en mi cabeza y cuando pasa por mi cara veo que es salsa. Oh Dylan, no acabas de hacer eso.