La audición de nuestras vidas|Thomas Sangster Y Tu

48. ¡Ve a bañarte!

Narra Dylan:
*2 meses después*
- Hola Dyl - Kaya me saluda animada y sonriente.
- Hola - le doy un abrazo amistoso y ella pasa a mi apartamento.
- ¿Como estas? - Miente. Miente. Debo mentir. No deben saber que lloro todas las noches, esperando que ___ vuelva a mi.
- Bastante bien. ¿Tu?
- Am...oye - ella se siente en mi sofa.
- ¿Si?
- La extrañas - me acerco a ella y me revuelvo el cabello.
- Cada segundo de mi maldita vida Kaya - Ella chista la lengua.
- Debes superarla. Odio decir esto, pero su lugar es con él. Ya encontraras a alguien. Siempre hay alguien - sus ojos azules irradian dulzura pura. Que linda. Pero no. Voy a morir solo.
Suspiro.
- Bien. Eso es todo. Basta de tristeza. Alistate - ella se pone de pie.
- ¿Para?
- Vamos a salir a cenar. Tienes que salir de aqui, ducharte, peinarte, ponerte desodorante (mucho) - me rio - y vamos a ir a cenar - asiento. Ella tiene razon. No puedo seguir asi.
- Okay. Pero antes...- corro hacia mi habitacion y cojo el mapa. Vuelvo a la sala de estar y le muestro el mapa a Kaya - Este es un mapa donde marque los lugares que me hacen recordar a ___.
- Pero...¡Esto es todo Los Angeles! - dice ella y yo me encojo de hombros.
- Bien - abollo el mapa y lo tiro al cesto de basura a regañadientes.
- Genial. Anda - Kaya me lleva a rastras al baño y me pide que me duche.

Luego de un rato, salgo de la ducha. Estoy cambiado y perfumado.
- Uh la la - Kaya sonrie y yo me rio -Genial. Olias a basurero.
- ¡Oye! - nos reimos - No insultes al pobre basurero. Yo olia peor - ella se rie a carcajadas y me rodea con un brazo.
- Vamos O'Brien - Salimos del apartamento y tomamos un taxi.
Llegamos a un restaurante de comida italiana.
Silbo y Kaya entra. La sigo y nos sentamos.
- No puedo creer que hayas marcado el mapa. ¡Estas loco! - me encojo de hombros y ella se pone a ver el menu.
- ¿Que quieres? ¿Pasta o...- Kaya me mira y abre sus ojos como platos viendo a mis espaldas - ¿¡____!?