Los que no debieron nacer (México x Austria) [Pausada]

Capitulo 4

A la mañana siguiente

México despertó con un presentimiento. No sabía si era bueno o malo.

Así que se dejó guiar por sus augurios personales. Comenzando con el hecho que no soñó con los recuerdos malos que lo atormentan.

Esto significa buen augurio.

Se levanto y se dirigió al baño no antes sin desconectar la alarma ya que despertó antes de que esta sonara.

Prendió al agua caliente y salió caliente de inmediato.

Buen augurio.

Pero al salir del baño con apenas una toalla, se percató que la vecina la cual era joven, hermosa y deseosa de un hombre se le quedó viendo con la boca abierta y roja de pies a cabeza.

Esto causó que se sonrojara y se sobresaltaras haciendo que se le cayera la toalla dejando ver su intimidad.

En un movimiento rápido tomó la toalla, corrió a cerrar la cortina y dejarse caer en suelo. No en ese orden.

Mal augurio.

Trago saliva apenado y levantándose del suelo se dispuso a vestirse y arreglarse ya que a pesar de que solo fue una reunión, ONU tiene cierta maña de hacer reuniones de "emergencia".

Mexico había aprendido a estar alerta 5 días antes y 7 días después de la junta. Ya que esos son los días en las que las "reuniones de emergencia" son llevadas acabo.

Y había aprendido esto por la malas.

Muchas veces.

México se dio cuenta que su cel estaba sin batería y se le había olvidado cargarlo anoche.

Mal augurio.

Rápidamente puso su cel a conectar y se fue al comedor donde se encontró a sus hijos poniendo la mesa y Mexina haciendo el desayuno.

"Buenos días" saludo México.

"Buenos días" dijeron sus hijos al mismo tiempo.

Améxico se le acercó y le dio un beso de saludo, luego Mexina quien tenía el desayuno en las manos, Rusxico fue tercero y los gemelos al último dándole beso a su padre al mismo tiempo en cada mejilla.

México se sentó y vio que eran molletes. "Gracias Mija" agradeció.

"De nada pa" respondió Mexina.

La familia se dispuso a comer y a platicar.

Como si nada hubiera pasado ayer.

"Tengo un presentimiento" comentó Mexico.

Esto hizo que los niños se detuvieran y voltearan a verlo.

"¿Bueno o malo?" Pregunto Améxico.

".   .   . No lo sé" respondió México.

"¿Haz checado los augurios?" Preguntó Mexina.

" llevo dos de dos" respondió el papá mexicano.

Los hijos empezaron hacer teorías con su papá y se empezaron a preparar para lo peor.

Pero no antes de terminar de desayunar, claro.

Mexina y Rusxico quienes eran los más supersticiosos se dedicaron a transformar la casa aprueba de malos augurios junto a su papá en lo que los gemelos lavaban trastes y la mayor se fijaba que no hubiera nada sospechoso afuera.