Prologo

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Era lunes en la mañana, como muchas otras esta historia comienza en una cafetería, con nuestro ya conocido protagonista Uesugi Futaro.

El joven pelinegro se encontraba pidiendo su almuerzo tranquilamente, sin saber que ese día estaba por cambiar su vida de ahí en adelante.

Caminó hacia su mesa viendo como varias personas lo miraban con intriga, cosa que lo molestaba e incomodaba al mismo tiempo.

Al mirar hacia su mesa vió algo que lo hizo quedarse quieto de golpe, con una mirada de sorpresa y al mismo tiempo como diciendo "Debe ser una broma"

En la mesa del pelinegro había una persona, más específicamente una chica la cual se encontraba sentada de espaldas.

--(Perfecto, lo que me faltaba)-- pensó con fastidio comenzando a acercarse a ella.

Mientras se acercaba la analizó un poco.

Su cabello era de un tono rosa salmón y corto, además que llevaba el suéter escolar, y a pesar de estar casi de espaldas pudo notar un chaleco color rosa debajo por culpa de su prominente busto.

Al estar a escasos centímetros de la chica se detuvo por un momento, ¿Cómo iba a reclamarle?, es decir, ella ya había llegado, por lo que no podía decir algo como "Me siento aquí hace mucho" eso...

Sería estupido.

El pelinegro suspiró y miró alrededor buscando algún sitio libre, pero por desgracia para él todo parecía estar ocupado.

--Tsk, ¿Es enserio?-- Futaro miró nuevamente a la chica y se acercó. --Oye tú--

--¿Eh?-- la pelisalmón lo miró confundida.

--Voy a sentarme, no queda sitio en nin...-- en ese momento Futaro visualizo una mesa vacía a unos cuantos metros. --(Gracias espíritus del cielo), olvídalo, continúa con lo tuyo-- dijo comenzando a caminar hacia esa mesa, pero en ese mismo instante la chica se levantó de golpe.

--¡E-Espera!--

--¿Eh?-- Futaro se giró hacia atrás, notando así como todos en la cafetería comenzaban a mirarlos.

--¿Eres Futaro-kun no?--

--No-- respondió intentando desviar toda la atención que ya se le había acumulado, cosa que no funcionó en lo absoluto.

--¡¿Eh ah enserio?!, ¡L-Lo lamento!--

Justo ahí la chica escuchó a varias personas preguntando que le sucedía a Uesugi, quien era ella o por qué le hablaba a un cerebrito como él, y cuando recordó que su apellido era Uesugi lo miró frunciendo el seño y haciendo un puchero.

--¡Mentiroso!, ¡Si eres Futaro-kun!--

--(Mierda)-- El suspiró. --Bien si soy yo--

--¿Lo ves?, si eres Futaro-kun.... espera, ¡¡Si eres Futaro-kun!!-- La chica suspiró y después sonrió mientras lo miraba. --Te encontré, menos mal--

--(¿Qué?, ¿Cómo?,¿Encontrarme?, ¿A mí?, ¿Quién es ella?, ¿Por qué me conoce?, ¿Me estaba buscando?)-- esas y cientos de preguntas más inundaron la cabeza de Futaro.

--Oye, ¿Te conozco?-- preguntó con confusión.

La pelisalmón cuando estaba a punto de responder eso se dió cuenta de las miradas y todo el escándalo que había hecho, por lo que avergonzada le dijo a Futaro que almorzara con ella, y este ya sin otra opción y además por la curiosidad terminó por aceptar.

•¿Uesugi está comiendo con una chica?, increíble

•¿De dónde la conocerá?, es muy linda

Un gran cambio (Versión cancelada)Where stories live. Discover now