Altura.

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—TodoBaku intentando ganar altura es tipo

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—TodoBaku intentando ganar altura es tipo...—

Katsuki llevaba aproximadamente media hora intentando alcanzar algo en la alacena para poder comer, y es que era un pequeño break que quería luego de haber estudiado toda la mañana, y para eso necesitaba sus amados snacks picantes. Pero, lamentablemente, estos estaban en lo más alto y fondo del puto mueble, y Shōto no llegaba de las compras dentro de mínimo media hora más.

— ¡Agh! ¡¿Cuándo mierda se les ocurrió hacerme tan jodidamente bajo?! — su quejido llegó a los sensibles oídos de su pequeño, el cual apenas iba entrando a la cocina, ya que su padre demoraba mucho. Dio un ladrido y llamó la atención de este. El chico hizo una leve mueca y volvió donde el cachorro. — ¿Puedes hacer magia y provocar que tu padre aparezca?

La pregunta hizo que el pequeño pensara y luego ladrara. No, no podía hacer magia. Katsuki suspiró, y se agachó a su altura, abrazando sus piernas y acariciando a la bola de pelos.

— ¿Por qué no puedes ayudarme, Boomboom? — murmuró, acabando por tomarlo en sus brazos y levantarse nuevamente, meciéndole como si fuese un bebé de verdad. El pequeño movía de vez en cuando su cola y daba ladridos, como queriendo decirle algo a su padre; algo que Katsuki no lograba comprender pero, que no fue necesario que lo hiciera cuando escuchó el ruido de las llaves siendo encajadas en la puerta.

El cenizo se acercó rápidamente a esta con la bola en sus brazos, y recibió al bicolor con una leve sonrisa, la cual parecía más una mueca. Shōto ladeó levemente su cabeza ante esta expresión, y se cuestionó mentalmente la salud de su chico, así que entró rápidamente luego de saludar al mayor con un tierno beso, dejando las bolsas sobre la encimera de la cocina.

— ¿Pasó algo? — preguntó, volteándose hacia su prometido, el cual bajó su mirada hacia el cachorro, quien lamió su rostro repentinamente, haciéndole reír. Shōto se acercó a ambos, le dio una caricia a su pequeño, y luego observó el hermoso rostro de su novio. Katsuki conectó su mirada con él, y luego sonrió ligeramente.

— ¿Me regalas un poco de tu altura? — su pregunta inocente hizo soltar una pequeña risa al menor, quien sujetó las mejillas del cenizo y, acto seguido, besó su frente.

— Me corto las piernas y te las doy, ¿te sirve?

— Cualquier cosa me sirve. — anunció su contrario, caminando dentro de la cocina y bajando a su pequeño, luego de aquello, alzó sus manos e intentó llegar hasta sus snacks, y es que aunque estuviese de puntillas, no alcanzaba. Shōto le vio desde la sala, siento atacado por los saltos del cachorro.

— ¿No alcanzas? — Katsuki se volteó hacia él y le miró obvio.

— Jodido poste de luz eres comparado conmigo, es algo obvio que no alcance en lugares que fueron hechos para ti. — el menor soltó una risa y se acercó él. Y es que mientras el cenizo se había quedado en su metro setenta y dos, el bicolor había pasado el metro ochenta y cinco.

Sujetó al chico desde la cintura con suavidad pero a la vez con fuerza, alzándole para que alcanzara lo que quería. El mayor tomó sus snakcs tan pronto como los tocó, y luego bajó su mirada, algo avergonzado y con las mejillas levemente rosas.

— Gracias, Shō. — abrió la bolsa y, luego de llevarse una que otra papita picante a la boca, y tragarla, se acercó al bicolor, alzándose levemente y besándole.

— ¿Sabes?

— ¿Hmm? — Shōto abrazó al mayor desde atrás, sonriendo levemente y aún procesando el picante en sus labios.

— Puedes ir a la fábrica de chocolate de Willy Wonka, te encoges, y luego haces que te estiren. Así ya mides dos metros. — apoyó su mentón en el hombro del cenizo, quien soltó una leve risa, para luego meterle a la fuerza un snack a la boca a su novio.

— Cállate, quiero ser alto, pero no más que tú. — el bicolor sonrió, intentando no armar un pequeño drama por el picante que hacía arder su lengua ahora mismo.

— Está bien, Kats. — besó su mejilla y, luego, volvió con las bolsas, buscando algo. Katsuki le prestó atención mientras comía y, cuando se dio cuenta de lo que buscaba su chico, frunció levemente su ceño, algo divertido también ante la situación. — Aunque esto también funciona.

— ¿Quieres que beba leche para crecer?

— ¿Cómo crees que he crecido yo? — el cenizo rió y negó.

— Que beba de vez en cuando no quiere decir que me guste, eh.

— Ya lo sé. — anunció el menor, buscando algo más. — Por eso traje saborizantes, ¿sí? Te conozco. — Katsuki negó y se acercó a él, dejando la bolsa de snacks a un lado y abrazándole.

— Bastardo atento y poste de luz.

— Idiota bonito y enano. — el cenizo alzó su mirada hacia la heterocromática, frunciendo levemente su ceño, pero este se suavizó al sentir los cálidos labios de su chico.

— Te lo paso sólo por eso. — Shōto rió y simplemente le correspondió el abrazo.

Conversaciones vergas entre la persona X y yo JSJAKSK (¿quién le dice que lo extraño?:c)

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Conversaciones vergas entre la persona X y yo JSJAKSK (¿quién le dice que lo extraño?:c).

EEEEE se acerca el cumple de la escritora wuwuwuwuwuuu.

Que mal JAHAJSKD como que quiero tener dieciséis por tener la misma edad que Shōto, y a la vez no quiero, porque no quiero crecer.

En fin, quiero ser como Peter Pan, pero bueno.

Ya el día de mi cumple subo algo por la tarde uwu.

Es el once de agosto, so... Idk (no digan ni una weá de chiste o los pateo, ya mucho tengo con los weones de mis amigos JSKDLDL).

Esom, arius<3.

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