12-Sacrificio

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Con toda la velocidad que sus piernas les permitieron, corrieron hacia la primera aula vacía que encontraron. Se encerraron allí, desesperados mientras sabían que en cualquier momento todos los asesinos iban a estar tras ellos.

El plan había sido un fracaso total y ni siquiera les había dado tanto tiempo como Sky pensó.

Simon trabó la puerta mientras que Sam, Deena y Sky empujaban el escritorio para tener aún más peso deteniendo la puerta. Kate los miraba, sentía que era el fin y todo lo hacían era en vano.

—¡Ayudame, están volviendo! —

—¡Siempre van a volver! — le gritó Kate de vuelta a Deena.

—Estamos perdidos. —Simon también se había unido a la desesperación. Las otras tres chicas terminaban de colocar el escritorio.

—No, no estamos perdidos. La quieren a ella. —apuntó hacia Sam. —Dejemos a Sam en el corredor y todo se termina. — Kate sonaba muy hostil y decidida.

—Eres un monstruo. —protestó Dee ante la idea de prácticamente asesinar a la persona que amaba.

—Soy razonable, no podemos huir más. Las balas no los detienen, son demasiado fuertes. Pero ya intentamos explotarlos y eso no funcionó. —

—Y tú quieres asesinarla. —

—Bueno, no fue exactamente lo que dijo. — Josh defendió a Kate lo que ofendió a su hermana.

—¿Estás de su lado? —

—Harás que nos maten para protegerla. — Simon y Sky se mantenían como estatuas, no sabían que decir, aunque ella tenía su opinión bastante formada. Kate sacó todos los papeles donde estaban los asesinos, recordando que todos estaban muertos.—Es la única forma. Sam se tiene que ir. —sentenció luego de unos segundos de silencio.

—¿En serio? ¿Qué nos asegura que los asesinos se van a detener luego de matarla? ¿Y qué si lo hacen? ¿Nos vamos todos a nuestras casas a comer la cena como si nada hubiera pasado? —comenzó Sky, mirándolos a todos. — Josh, ¿qué harías si fuera Kate a quien buscan? ¿O a tu hermana? —preguntó mirándolo fijamente y logrando intimidarlo.

—No lo sé... —

—¡Buscarías la forma de salvarlas! — el chico no contestó, tenía razón. — Y tú igual Kate, si se tratase de la persona que más amas, y todos lo haríamos si fuera así. —los demás se mantuvieron en silencio, Kate la miraba con molestia pero sabía que en el fondo tenía toda la razón. — Sam no es como un objeto y como no nos pertenece nos da totalmente igual. Es una maldita persona. — gruñó.

—Todos estamos en peligro. — objetó Kate.

—Tú lo dijiste, Sam está en peligro. —dijo con voz más calmada. —La salida está ahí, tienes todo el derecho de irte y esta pesadilla se termina para ti. — dijo apuntando hacia la ventana.

El silencio los rodeó. Por más que Kate quería vivir, no quería abandonar a sus amigos, sentiría culpa por el resto de su vida si algo les sucedía.

Sky no quería que Simon muriera por nada del mundo, y es por eso que luego de eso le diría que se fuera lo más lejos y rápido posible. Tenía un plan.

—Kate tiene razón. — murmuró Sam. — No quiero que mueran por mi. — todos la miraron, pero Ia mayoría no pudo sostenerle la mirada por más de unos segundos. — Me voy, acabaré con esto. —

—No, claro que no. ¿Estás loca? —se acercó a ella Deena con lágrimas a punto de salir de sus ojos oscuros.

Sam la atrajo hacia ella para unir sus frentes, en forma de despedida. Sky recordó la forma en la que Simon y él lo habían hecho y lo destrozada que estaría si esa hubiera sido su despedida.

Deena corrió tras Sam, Simon la detuvo sosteniendola con fuerza. La rubia finalmente salió del aula, enfrentándose a su posible muerte

Scarlett al ver cerrar la puerta se arrepintió y también quiso correr tras ella, pero Josh y Kate la detuvieron por los brazos. Deena gritaba desesperadamente que la salvemos y que quería salir.

—¡Chicos! — gritó Sky, pero Josh la interrumpió.

—Hay una solución. ¡Entrenla! — les dijo el chico, en un segundo Sky abrió la puerta y Simon salió a salvar a Sam, justo antes de que Nightwing le destrozara la cabeza. Scarlett volvió a cerrar la puerta.

—¿Qué sucede? —preguntó Sam mirando alrededor. Realmente pensaba que era su fin.

—No lo harás sola. — le dijo Kate.

—Hay otra salida. C. Berman. Es la clave. — aseguró Josh mientras alzaba un pedazo de periódico.

La puerta detrás de Sky no dejaba de moverse por todos los golpes que el asesino estaba dando para derribarla. Simon inmediatamente se fue a ayudar a la chica a colocar nuevamente el escritorio.

Los demás estaban haciendo todo lo posible para encontrar el número de C. Berman.

—Simon. —dijo con dificultad acomodándose para poder verle la cara. Los ojos del rubio reflejaban miedo, no la quería perder ni a ella ni al resto de sus amigos. —Vete. —susurró apenas audible. Él negó, no iba a dejarla.

—¡Lo tengo! —ambos se giraron mientras veía como Deena marcaba y llamaba el número.

Un fuerte golpe en la puerta logró derribar a Sky y casi logra lo mismo con Simon. Kate fue a ayudarlo ante su grito de socorro.

Scarlett se quedó unos segundos en el suelo mirando hacia la ventana, C. Berman no iba a contestar a tiempo. La puerta ya estaba rota y a nada de dejar a Simon expuesto.

Corrió hacia la ventana, abriéndola. Luego de eso se abalanzó sobre Simon justo en el momento que iba mano lo sujetó de cabello y comenzaba a golpearle la cabeza contra la puerta.

Clavó las uñas en aquella mano y luego mordió con toda la fuerza que pudo, liberando a su novio del agarre.

La mujer había muerto y es así como había sobrevivido. La puerta ya estaba casi derribada por completo, Sam y Deena intentaban seguir uniendo las piezas.

—Moriré esta noche de cualquier forma, intenten revivirme. — esas palabras lo cambiaban todo.

—¡A la ventana! —gritó Sky, había abierto la ventana para poder escapar de allí con más facilidad.

Tomó la mano de Simon y de Kate para correr hacia allí, muy de cerca los seguían Josh, Sam y Deena.

Al saltar del segundo piso cayó de rodillas, dolió un poco pero la adrenalina les permitía seguir corriendo de todos modo.

—¡Corre! —le gritó Sky a Simon, tomándolo del brazo para levantarlo del suelo y así seguir al resto.

Con toda la velocidad que sus piernas les permitieron, corrieron lejos del aula vacía que habían encontrado. Justo a tiempo para cuando el asesino había entrado al salón por completo.

Se habían salvado por muy poco.



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Scarlett está maldita - Simon Kalivoda- Fear Street. Where stories live. Discover now