Circumstances of a fallen lord

Capitulo 16

¡Una zona de guerra! ¡Qué horroroso! En primer lugar, Luisen no tenía ningún deseo de ir a un lugar tan peligroso donde la gente resulta herida y muere, pero tampoco tenía idea de lo que Carlton le haría en medio de la confusión del campo de batalla. Una espada no tiene ojos perspicaces. Incluso el más mínimo paso en falso de un aliado sería la diferencia entre la vida o la muerte.

"¿Y si me niego ...?"

“Entonces continuaremos como si nunca hubiéramos tenido esta conversación. Por supuesto, tampoco habrá ningún documento oficial ”.

'Me has pillado. Lo has pillado todo ', pensó Luisen.

Carlton ya había descubierto los objetivos de Luisen, pero pretendía lo contrario. Irónicamente, esta habilidad insidiosa era necesaria para la nobleza; Carlton se adaptaba más a las intrigas aristocráticas que al propio noble.

'Ja ... Realmente me destrocé mi cerebro oxidado por esto ...'

El primer plan que Luisen había planeado fracasó. "Quizás la gente debería vivir como se ve".

Finalmente, Luisen levantó una bandera blanca. "Ya veo. Entonces haremos lo que diga ".

"Gracias. Nunca olvidaré la ayuda del duque ". Carlton volvió a sonreír amablemente. Luisen sintió que el alma se le escapaba del cuerpo al ver esa abominable sonrisa. "Pero, ¿cómo debemos prepararnos para las langostas?"

“Las langostas han sido un problema tan grande, por lo que ya se han preparado contramedidas. Hay una herramienta mágica que solo quema las langostas, se llama las Llamas del Espíritu Santo. Hay uno en cada pueblo y aldea ”, dijo Luisen con orgullo. La innovadora invención de estas llamas había establecido una vez más al Ducado de Anies como el guardián de los campos dorados.

Pero Carlton no estaba interesado en eso. “¿Solo langostas? ¿Y la gente? ¿Puede quemar humanos? "

"¿Por qué quemaría a los humanos?"

“Hn. Olvídalo. Solo tiene un gran nombre. Si hubieras fabricado armas de naturaleza similar en el tiempo que hiciste esta herramienta, entonces quizás el curso del reino podría haber sido alterado ". Carlton perdió rápidamente el interés en las Llamas del Espíritu Santo. Ante ese desaire, Luisen se sintió un poco lloroso.

“Las Llamas del Espíritu Santo fue una innovación al servicio del sustento de la gente. No ridiculice el credo del ducado como guardián de los campos dorados. No lo entenderías ".

"¿Qué?" Carlton preguntó mientras levantaba las cejas.

¿Por qué tienes que volver a aferrarte a tu daga? Luisen hizo una mueca. Impulsivamente había dejado escapar sus sentimientos. Le empezaron a temblar las piernas, pero por alguna razón Luisen no quiso disculparse. Su orgullo como miembro de la familia Anies, que Luisen ni siquiera sabía que tenía, brotó.

"... Ahora, si me disculpas." Luisen optó por retirarse. Había hablado lo suficiente por el día. Salió corriendo de la oficina.

Sus pasos se aceleraron después de salir de la habitación, y un escalofrío recorrió su espalda. ¿Y si Carlton lo perseguía? Sin embargo, incluso cuando Luisen dobló la esquina, Carlton, afortunadamente, no parecía tener ninguna intención de seguirlo.

Uf.

Luisen finalmente pudo suspirar en paz y hundir la cabeza. Pero en ese momento, una persona familiar apareció en el otro extremo del pasillo.

"¿Eh? ¿Mi duque?".

Fue Ruger. Había estado caminando y charlando con una criada.

"¿Qué estás haciendo aquí?" Preguntó Luisen.