Camille tomó decisiones erróneas, más de una vez.
Se menospreció, se humilló, se perdió.
Pero llegó él, también menospreciado, también humillado, también perdido...
Dos almas perdidas que lograron encontrarse en los ojos del otro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Habían pasado cuatro semanas desde que Trevor se fue. Así de simple, así se vacías, aunque no así de rápidas.
Básicamente:
No hablábamos mucho. A penas, nada. No obstante, de alguna forma, por alguna razón, no me sorprendía. Y de hecho, no recibí ninguna llamada o mensaje de él cuando llegó a su nuevo hogar. Lo hizo Rose, su madre.
Le pregunté por qué no lo había hecho Trevor, se quedó unos segundos en silencio, luego dijo que él estaba muy cansado y su móvil se había quedado sin pila, por lo que no alargué la conversación mucho más. Le dije que me alegraba de que hubiesen llegado bien y cerré, pero inmediatamente le chateé a Trevor:
—Mills: Gracias por avisarme.
Spoiler: No me contestó.
Y bueno, no negaré mi decepción, otra vez, pero decidí irme a dormir.
Cuando desperté, miré mi móvil.
—Trev<3 : Lo siento, mamá me pidió ayuda con las cosas y luego se me pasó. Aunque ella me dijo que te avisó.
¿Se le pasó hablarle a su novia? ¿A la única que se suponía que tenía? ¿A la que había dejado en otro país?Maravilloso.
Pero... ¿A caso Rose no me había dicho que estaba cansado y tenía el móvil sin pila? ¿Por qué mentía?
—Mills: Ok. ¿Cómo estás?
Como normalmente hacía, pasé por alto lo que estaba pensando, lo que me estaba cuestionando...lo que me incomodaba.
—Trev<3 : Estoy bien, te hablo luego.
Pero, ¿¡qué mierda había sido eso!?
"Grandioso, sabía que esto sería una mierda"
•••
Así las cuatro semanas. Yo le hablaba, él me ignoraba.
A veces, MUY a veces, se limitaba a decir: "Bien, ¿y tú?" "estoy ocupado" "adiós".
Toda una maravilla.
Yo ya estaba empezando a colapsar. Gracias a Dios estaba de vacaciones de la preparatoria, aunque en poco tiempo empezaba mi último año. Para lo que no estaba muy lista siendo sincera.
—Hayley llegó —escuché a mi madre del otro lado de la puerta.
Me levanté de la cama extrañada y abrí. —Mamá, no tienes que avisarme si es ella.