Capítulo 9

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La tarde de ese mismo día 25, los padres de Trevor y su hermanito fueron a casa, no negaré que me sorprendió bastante, pero no fue desagradable

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La tarde de ese mismo día 25, los padres de Trevor y su hermanito fueron a casa, no negaré que me sorprendió bastante, pero no fue desagradable. Los Miller eran personas muy amables y fáciles de convivir. Se lamentaron por mi ruptura con su hijo, de la cual no les di explicaciones de nada, pero lo entendieron. Pasamos parte de la tarde charlando, fue un momento... agradable. Sin embargo, no dejaba de pensar en papá y en lo desdichada que era navidad sin él, su ausencia le arrebataba la comodidad completa a todo.

...

Casi una  semana había pasado desde navidad y no había vuelto a encontrarme con Trevor. Salí dos veces más de madrugada durante esos días, y las calles estaban tan vacías como los meses anteriores.

Cada día extrañaba más a mi padre, y sabía que eso siempre sería así, con cada día que pasara, lo extrañaría un poquito más. Al siguiente día era Año Nuevo y mi único anhelo era tenerlo devuelta conmigo.

Mamá intentaba mantenerse fuerte para que yo no cayera con ella, pero sé que lo echaba de menos cada segundo. Ambas lo hacíamos.

Los Mount nos invitaron a cenar nuevamente en su casa esa noche de fin de año, pero mamá y yo decidimos quedarnos.

—Hija ¿segura que no quieres ir tú?
Está bien si quie...

—Mamá, no quiero ir. Quiero quedarme contigo.

Asintió y cenamos en silencio.
Jamás llegué a imaginar un fin de año sin papá. No, de hecho nunca imaginé nada sin él. Sin él, mi zona de confort disminuía.

Estábamos en el mueble mirando la televisión, o bueno, eso era lo que se percibía.

—Lo echo tanto de menos —dije, mirando mis manos.

—Sé que sí cielo, yo también, cada día
—me acerqué y la abracé por un largo tiempo.

—Cariño —volvió a hablar. —¿Sabes que tienes que volver a clases verdad?

—Mamá...

—Tienes que hacerlo Camille. Adam no querría que te quedes estancada, lo sabes. Tienes que seguir adelante.

Suspiré. —Sí, supongo que sí.

Nos quedamos un par de horas más juntas, luego mamá se fue a la cama, me di cuenta que su energía de fingir estar fuerte se agotó y prefirió fingir que tenía sueño, cuando lo único que tenía era tristeza.

Como deseaba poder ser fuerte por las dos, pero me costaba serlo incluso solo para mi misma.

...

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